Lily se fijaba en algo a lo que no le quitaba los ojos, pero Sophie era incapaz de verlo. Antes de que Sophie pudiera articular algún argumento respecto a eso, Rose apareció interrumpiendo la atención entre ellas. Al ver a Sophie le sonrió antes de hablar.—Señorita, buenos días, ¿ha dormido bien? —Para Sophie la asociación de esas palabras con su noche la hizo recordar los sucesos previos. Anexado a que su preocupación de ser descubierta no le daba pie para concentrarse y pensar en nada más.—Ah, sí —respondió inquieta—, sí, estoy bien.—Me da gusto saberlo, ¿tiene apetito? El señor nos ha ordenado atenderla en cuanto despertara.—¿Ah sí? —inquirió olvidando por un segundo sus nervios.—Porsupuesto, dijo que tuviéramos listo su desayuno. —Sophie se extrañó antes de contestar, estaba siendo más atento, se preguntó si tenía que ver con todo lo que sucedió el día anterior.“Tu novia...”Esas palabras saltaron de nuevo a su mente de forma traicionera y se tambaleó con pánico, de todas la
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