Capítulo 29. Una apuesta.
Me siento increíble, como si estuviera flotando entre nubes.Hace dos semanas que Aiden y yo, oficialmente, somos pareja. Todo lo que hemos vivido estos días, que no ha sido poco, se puede catalogar de intenso y maravilloso. Aún no decimos nada a mi familia, porque, aunque sé que todos se alegrarán, no estoy preparada para compartir algo tan importante.Díganme tonta, pero fue mucho lo que pasamos para llegar a este punto y necesitamos, antes de formalizarlo todo, vivir con un poco de adrenalina en las venas.Salidas a escondidas. Besos robados a solo pasos de distancia con otros. Miradas furtivas y prometedoras de grandes cosas. Lo que necesitamos es recuperar nuestro amor adolescente, aunque ya no lo seamos.Después de nuestras confesiones en la playa no hay día que no escuche, pegado a mi oído, sintiendo su aliento, un “te amo”; siempre acompañado de un beso, una caricia
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