-Hoy estás demasiado callada. - apuntó con curiosidadAlcé la vista de mi taza de té, lo bajé en la mesilla de enfrente y le sonreí. En realidad no tengo ganas de explicar nada hoy. Evan siguió sorbiendo de su té poco a poco, atravesandome con la mirada. Era como si se diera cuenta de que algo me sucedía La verdad es que tiene razón, éstos días ando con la cabeza en las nubes, me preocupa mucho mi propia situación, es decir, todo con Evan va demasiado rápido, va viento en popa, y eso no me cuadra. Es algo así como que tengo un mal presentimiento, sé que es estúpido ponerme a viajar a través de mis pensamientos, muy lejos, aún antes de que sucedan las cosas, pero cuando todo va demasiado bien y no hay ningún problema me inquieta. Este sentimiento que se instaló en mi pecho no se va.Mi abuelo solía decir q
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