37. Ver las estrellas por primera vez
ALISASe levantó temprano, si a eso se le podía llamar dormir. Alisa sabía que su descanso no había sido exactamente profundo ni relajante porque los nervios no la dejaban tranquila, en un momento de la noche se preocupó por estar molestan a Vilkank, pero cuando se volteaba a verlo él solo la abrazaba con fuerza antes de que su respiración acompasada la calamara un poco. Fue de ese modo, con su cabeza hundida en el pecho de su demonio y su olor natural en sus fosas nasales, que logró quedarse dormida por fin. Había sido intranquilo, bastante ligero, pero era mejor que no haber descansado nada.Ella se arreglaba sin decir demasiado y Vilkank la acompañaba, luego de ponerse los trajes para viajes espaciales que él les había entregado, esperaba que Tiana no estuviera entrando en pánico en ese momento. Luego de estar listos su demonio le sonrió y le o
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