Despierto con mi pesadilla hecha realidad, estoy atada, en la cama, y con Erick abrazándome fuerte. Mi sueño de la otra noche, se ha cumplido, aunque creo que también el de él al tenerme y verme de esta manera.Me quiero mover, intentarme zafarme, pero no deseo despertarlo, no tan pronto, ver a mi enemigo así de pacífico, es extraño, aunque estoy de espalda a él, me siento menos intimidada, pero aun así incómoda, asustada. Todavía no termino de entender porque estoy atada.—Buenos días, Nicole.Se despierta solo y me estruja más a él, me volteo y lo veo a la cara, el hombre se ve bien recién levantado, me hace tenerle un poco menos de asco. No es desagradable a la vista y doy por hecho que a eso se atiene, que su físico hace que tengas menos miedo, porque lo miras y no sientes que sea el monstruo que él. No, no, no, yo y mis pensamientos,
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