Salgo a la habitación antes de derrumbarme en el baño. Erick ya tiene puesto su pijama, mejor dicho solo un pantalón. No entiendo porque se presenta ante mi de esta manera, sé que quiere que visualmente me agrade, que pueda cooperar o que todo esto pueda resultar más sencillo.
—¿Estás bien Nicole?
—Sí, Señor, ¿por qué pregunta? —digo sin entenderlo, ¿por qué intuye que está mal?
—Escuché unos ruidos en el baño.
—Tengo cólicos —digo en segundos—. No son nada placenteros, Señor, perdón por preocuparle.
—Comprendo —dice extrañado, sé que aunque fue algo que se me ocurrió en un segundo, a él le extraña por una sola razón. No estoy menstruando—. Te traje aquí por una razón —se acerca a su cajón d
Ha sido una semana muy difícil y larga, he hecho ejercicio muy pesado todos los días a petición de Erick por que se ha obsesionado con la figura que sus malos tratos han logrado, además he cocinado todo el día, apenas y ha salido de esta casa y el verme cumpliendo cada una de sus exigencias es su actividad favorita, parece que esa noche juntos solo incrementó el pésimo carácter de Erick hacía mi, ya que no me ha dejado ni en el día ni en el noche. Hace 7 días se fue, me dejó sola 3 días después de esa noche y justo por otros 3 días, seguro arreglando asuntos que en estas paredes no puede hacer, por supuesto que he seguido al pie de la letra sus órdenes, no por placer sino porque claramente me tiene vigilada no solo por sus cámaras, sino por Efrén, que es quien ha estado cuidando la rutina que a este punto conozco más que bien. Intento tomar fuerzas par
Me encuentro en mi oficina, revisando algunos correos de mis alumnos, y sus exámenes, les suelo realizar un examen semanal y eso es algo que siento que funciona con ellos, tienen mejores resultados y mejores notas. Aunque para mí es difícil calificarlos, me sacrifico por el conocimiento que adquieren, es algo que he decidido como parte de mi programación y que está dando buenos resultados, no solo a corto plazo, sino para las diferentes materias que no solo les imparto yo, sino que pertenecen a su carrera, esto claro, confirmado por más de alguno.—Doctora, le mandan esto.—¿Qué es? —le pregunto a Sarahí.—Alguien de correos lo dejó.—¿Otro paquete? —digo levantándome rápido—. ¿Tiene tarjeta?—Un sobre.Me levanto para ver que es y salir corriendo a buscar al cartero, pero nuevamente no me sabe dec
Cada día se ha tornado peor que el anterior, Erick no piensa dar tregua en lo que su “entrenamiento” signifique, me está llevando no solo al límite emocional, sino al físico. El dolor de pie ha regresando, obligandome a tomar más pastillas y aceptar una inyección, tuve una noche, en la que el dolor no me permitió no solo no dormir, sino si quiera dejarlo descansar, supe que no tenía más opciones que aceptar el pinchazo el cual hizo él, en sus momentos en los que le preocupo, así que lo realizó con cuidado, no tan mal, pero eso no quitó de en medio mi nerviosismo, al final duró poco, y el efecto de dio a los pocos minutos. Ununa vez que el dolor fue lo suficienteme llevadero, Erick se fue, todos los días anteriores permaneció en casa, obligandome a volver a las técnicas orales con él, no sé si la felación se ha vuelto la descarga emoc
Me subo al taxi luego de asegurarme meter todas maletas en la cajuela, estoy emocionada, sé que hoy será un buen día y que estos nervios en algún momento se irán, de eso estoy segura.—¿Dove va?—me pregunta en Italiano.—A la Vía deí Laterani, en San Giovanni —digo emocionada y lo estoy no tengo por qué negarlo.—¿Viene a visitar a la familia? —dice arrancando el automóvil.—No, vengo a trabajar.—Entonces su trabajo le gusta demasiado si está así de contenta.—Completamente señor, completamente.El coche recorre algunas calles y todo normal, él me indica los lugares para visitar algunos, claro está, los más importantes de la ciudad, tomo nota mental de sus recomendaciones, aunque más de alguno ya lo conozco, aunque no me hará
Los momentos aquí se me hacen cada vez más largos, más eternos, a veces quiero gritarle a este hombre que me toque de una vez, que me embarace para saber que mi estancia con él cada vez es más corta, pero por ahora, todo es una moneda al aire en el que no sé que puede pasar mañana, que es lo que quiere de mí. Odio tener que seguirle el juego, cenar con él, ser propia, "tenerle respeto" que no se gana, me lo exige y yo cada día siento que pierdo una parte de mí, por tener que hacer lo que puedo para protegerme, porque esa es mi única misión, protegerme.Que vaya y venga me pone nerviosa, no sé cómo comportarme mientras no está, ya que las cámaras me ven, me observan todo el día, y descubrir que tengo una inyección anticonceptiva me hace ponerme de peor humor ¿a que estamos jugando ahora?—¡Buen día, Nicole! &mdash
En el trayecto no me dirije la palabra, lo cuál hace que yo tenga demasiado tiempo para pensar, y si en un día tengo muchas pregundas y dudas, con esta salida todas llegan en cuestión de segundos, y de verdad deseo que pueda y quiera despejararlas, ¿qué es lo que vamos a festejar? Lo miro detenidamente, el voltea la mirada y me habla.—¿Tienes algo que decirme?—¿Puedo? —pregunto temerosa.—Adelante —me contesta y me mira directamente.—¿Que tan especial tiene este día? No sé ni en qué día estamos y no conozco su emoción, quisiera saberlo para ser partícipe.Él sonrie, parece satisfecho con mi forma de preguntar—Sabía que preguntarías eso, pero no es el momento Nicole, te responderé, no te preocupes, pero todo a su debido tiempo. Confórmate con saber que es algo relaci
No sé que decirle, estoy en shock, me quiere festejar por vivir en una farsa y yo no tengo intenciones de celebrar, mis padres cumplen al día siguiente 12 años de fallecidos, yo estoyAtrapadaa la merced de Erick sin posibilidad de gritar, de pedir ayuda, la pulsera me lo recuerda, y además quién me puede creer si estoy con él, en un restaurante que pagó para los dos, no cualquiera hace esto, si quisiera salir huyendo la loca seré yo, no él.—Nicole, estás aquí conmigo por favor, baja de tu nube.—Lo siento Señor, es difícil, pero intento no irme mucho.—Espero que no te vayas en nada mujer. Sígueme.Me tiende la mano. Yo la acepto y sigo, una música tenue comienza a sonar, Erick me abraza y comenzamos a bailar lentamente.—¿Porque hace esto? —me mira y no titubea en contestarme&md
Comienzo a comer mi postre mientras pienso en todas estas ideas, Erick me mira fijamente, no despega su mirada de mí, estamos tranquilos, así que me atrevo.—¿Puedo preguntar en que piensa, Señor?Él se pone derecho dejando su tenedor cuidadosamente.—En ti.—¿En mí? ¿Qué piensa de mí?—En que luces hermosa, en todo sentido, ha sido un buen día.—Me alegra que lo sea, Señor, gracias por este día —Erick suspira.—No hay de que querida, estoy más que complacido de tu actitud, ante mis ojos y las cámaras, todo va mejor.Sin entender mucho de lo que me dice le sonrío y muerdo el labio, no puedo jugar sus mismas cartas, pero está creyendo lo que espero que crea, eso me debe de emocionar, ya que por dentro sigo siendo yo. Esa es una buena noticia en mi cumpleaños, adem