Me subo al taxi luego de asegurarme meter todas maletas en la cajuela, estoy emocionada, sé que hoy será un buen día y que estos nervios en algún momento se irán, de eso estoy segura.
—¿Dove va? —me pregunta en Italiano.
—A la Vía deí Laterani, en San Giovanni —digo emocionada y lo estoy no tengo por qué negarlo.
—¿Viene a visitar a la familia? —dice arrancando el automóvil.
—No, vengo a trabajar.
—Entonces su trabajo le gusta demasiado si está así de contenta.
—Completamente señor, completamente.
El coche recorre algunas calles y todo normal, él me indica los lugares para visitar algunos, claro está, los más importantes de la ciudad, tomo nota mental de sus recomendaciones, aunque más de alguno ya lo conozco, aunque no me hará
Los momentos aquí se me hacen cada vez más largos, más eternos, a veces quiero gritarle a este hombre que me toque de una vez, que me embarace para saber que mi estancia con él cada vez es más corta, pero por ahora, todo es una moneda al aire en el que no sé que puede pasar mañana, que es lo que quiere de mí. Odio tener que seguirle el juego, cenar con él, ser propia, "tenerle respeto" que no se gana, me lo exige y yo cada día siento que pierdo una parte de mí, por tener que hacer lo que puedo para protegerme, porque esa es mi única misión, protegerme.Que vaya y venga me pone nerviosa, no sé cómo comportarme mientras no está, ya que las cámaras me ven, me observan todo el día, y descubrir que tengo una inyección anticonceptiva me hace ponerme de peor humor ¿a que estamos jugando ahora?—¡Buen día, Nicole! &mdash
En el trayecto no me dirije la palabra, lo cuál hace que yo tenga demasiado tiempo para pensar, y si en un día tengo muchas pregundas y dudas, con esta salida todas llegan en cuestión de segundos, y de verdad deseo que pueda y quiera despejararlas, ¿qué es lo que vamos a festejar? Lo miro detenidamente, el voltea la mirada y me habla.—¿Tienes algo que decirme?—¿Puedo? —pregunto temerosa.—Adelante —me contesta y me mira directamente.—¿Que tan especial tiene este día? No sé ni en qué día estamos y no conozco su emoción, quisiera saberlo para ser partícipe.Él sonrie, parece satisfecho con mi forma de preguntar—Sabía que preguntarías eso, pero no es el momento Nicole, te responderé, no te preocupes, pero todo a su debido tiempo. Confórmate con saber que es algo relaci
No sé que decirle, estoy en shock, me quiere festejar por vivir en una farsa y yo no tengo intenciones de celebrar, mis padres cumplen al día siguiente 12 años de fallecidos, yo estoyAtrapadaa la merced de Erick sin posibilidad de gritar, de pedir ayuda, la pulsera me lo recuerda, y además quién me puede creer si estoy con él, en un restaurante que pagó para los dos, no cualquiera hace esto, si quisiera salir huyendo la loca seré yo, no él.—Nicole, estás aquí conmigo por favor, baja de tu nube.—Lo siento Señor, es difícil, pero intento no irme mucho.—Espero que no te vayas en nada mujer. Sígueme.Me tiende la mano. Yo la acepto y sigo, una música tenue comienza a sonar, Erick me abraza y comenzamos a bailar lentamente.—¿Porque hace esto? —me mira y no titubea en contestarme&md
Comienzo a comer mi postre mientras pienso en todas estas ideas, Erick me mira fijamente, no despega su mirada de mí, estamos tranquilos, así que me atrevo.—¿Puedo preguntar en que piensa, Señor?Él se pone derecho dejando su tenedor cuidadosamente.—En ti.—¿En mí? ¿Qué piensa de mí?—En que luces hermosa, en todo sentido, ha sido un buen día.—Me alegra que lo sea, Señor, gracias por este día —Erick suspira.—No hay de que querida, estoy más que complacido de tu actitud, ante mis ojos y las cámaras, todo va mejor.Sin entender mucho de lo que me dice le sonrío y muerdo el labio, no puedo jugar sus mismas cartas, pero está creyendo lo que espero que crea, eso me debe de emocionar, ya que por dentro sigo siendo yo. Esa es una buena noticia en mi cumpleaños, adem
Pasan de las 3 de la mañana, estoy en la cama, sin vestido, no me he movido desde que Erick se fue y me desató. Solo he llorado, le he dado tantas vueltas a la situación y no puedo dejar de derramar lágrimas. El encierro aquí ya tiene sus efectos, Erick me está conociendo. No, no, ya me conoce de todas las maneras posibles, creo que más que yo misma, está controlando cada aspecto de mi vida y eso no solo me asusta, sino que me preocupa, porque no estoy teniendo más opciones, me estoy ablandando, me está ganando todas y cada una de las batallas, y yo ni siquiera he podido luchar.Sé que me está viendo, que observa que estoy llorando, que no he podido dormir, ni siquiera moverme. Sé que ve cómo ganó una nueva batalla y que estoy tratando de darme ánimos para poder levantarme de aquí. No quiero que gane tanto, no se lo merece, no me lo merezco. Tengo que levantarme de aquí, necesito darme una ducha, ponerme el pijama, darme ánimos, hasta que mi cuerpo se sienta mejor.Con paso firme lo h
Despierto por mí, no viene nadie a intentar levantarme o a presionar. Sinceramente, ni siquiera tengo intenciones de levantarme de esta cama, no quiero ver a nadie y mucho menos lidiar con este hombre, solo tengo intención de ir al pequeño gimnasio, a correr un poco o subirme a la bicicleta, sacar esta maldita tensión que tengo en mi interior y que no me está dejando en paz. Necesito controlar mi cuerpo y sé que por medio del ejercicio lo voy a lograr, no quiero que lo de anoche se repita, no voy a permitir que le gane a mi cuerpo, que le gane a mi mente. No puede pasar, no puede mandar sobre mí sin que yo lo permita, no otra vez.Pero la cama está cómoda por primera vez. No he tenido tiempo de quedarme nunca aquí y que este hombre no me moleste y mi puerta no está abierta, así que en teoría no tengo porque estar lista para él. Puedo quedarme en cama y eso es lo que haré.Me levanté solamente por un libro, me vuelvo a tapar con el edredón, lista para leer. Checo el reloj solo curiosid
Salgo del gimnasio, voy directa a comer ya que Efrén es quien da pauta al “itinerario”, tengo algo ligero, tal vez porque no cené y mucho menos desayuné y ayer no fue como que realicé todas mis comidas. Con hambre como todo, pero no me dejan entrar en la cocina, así que las labores domésticas quedan pendientes. Me levanto y me meto en el cuarto, me baño muy rápido, me cambo, y maquillo, en media hora estoy lista. Sin distractores por el camino, hasta me he tardado. Efrén está en la puerta, listo para lo que quisiera, le pido que me siga y vamos a la puerta. Me paro en seco, de verdad voy a salir, voy a ese lugar que solo he pisado conscientemente una sola vez.—¿Está usted bien, Señora?—Sí, yo, disculpa Efrén estoy un poco cansada, es solo eso, pero creo que el sol me hará bien.Salgo… la luz del sol me enceguece por unos segundos, pero me alegra, eso no ha sucedido hace muchas semanas. Mucho tiempo desperdiciado en mi vida. Trato de enfocarme en pasear, disfrutar de ese tiempo, quie
El reloj suena, las papas están casi listas, las vierto en un plato para que suelten cualquier exceso de grasa, corroboro que el pescado está a la temperatura correcto y me volteo en búsqueda de los platos para poder servir, encontrandome con Erick como de costumbre en el umbral de la puerta.—¿Todo listo Nicole?—Sí, en un segundo está en la mesa.—Te dije una hora Nicole.—Lo siento mucho Señor, pero a veces las papas necesitan un poco más de cocción, quiero presentárselo como es debido y no a medias —escuchándome cualquiera dirá que deseo complacerlo, pero honestamente solo estoy diciendo lo que él desea escuchar.—Siendo así espero la cena en el comedor y espero hayas cocinado una porción para ti, comerás conmigo Nicole.—Sí, Señor.Erick me mira de pies a cabeza, está viendo mi vestido, y mi figura, sí, el ejercicio está haciendo grandes estragos en mi cuerpo, nunca pensé tener una estructura de cuerpo así. El problema aquí, es que a él le está gustando, pensé que le gustaba mi f