Narra Leah♥  —Bienvenida a la asociación de Países no liberales, donde la belleza está más allá de lo visible, un mundo paralelo donde la ley nunca acaba, y el respeto nunca termina. Un lugar envidiado por el resto del  mundo, más allá de la vista humana, un refugio, donde la paz, la cordialidad, el respeto y la tolerancia, no son valores sino modos de vida, que durante generaciones ha garantizado, que el mundo esté a salvo —hablo Santiago—. Sin embargo, hace muchos años, esa regla cambio, debido a que una de las elegidas cuyo mandato fue impecable y  tenía por objetivo el cumplimiento de la profecía, nos traiciono, uniéndose al mundo liberal, y ocasionando una gran guerra.Sentí que todos me miraban con odio.—La asociación por más de 100 años nunca ha estado

Narra Leah♥ Santiago camino hacia mí, y yo retrocedí. —No me temas, Leah. No te hare daño. Mi corazón estaba paralizado por su cercanía, a pesar del daño que me había hecho no podía negar que lo seguía amando. —Aléjate, déjame ir… —Lo haré, pero primero tienes que escucharme. —Suficiente con lo que escuche allá adentro. Mi misión es destruirlos a todos ustedes. Santiago dio un paso adelante y cubrió mi boca. —No vuelvas a decir eso. Me removí inquieta. ¿Cómo qué no? No iba a acceder a estar de su lado. Están equivocados este mundo puede mej

Narra Leah♥—Entonces me engañaron. Lila no me quiso dar más detalles y ya habían pasado 48 horas y no había legado a casa. Beatriz se había limitado a mirarme mal, y a ignorarme, en el fondo la comprendía, Marcos aún seguía en la residencia de los CEO. Recordaba la mirada del padre de Santiago y un escalofrió se producía en mí.Lo detestaba por todo lo que pasaba, por todas esas niñas privadas de su libertad en el Lado Correcto. —Estas preciosa, hoy. Gabriel se sienta a mi lado y como siempre se dispone a escucharme. —Siento que todo esto es una pesadilla. —¿Por qué, Leah? Suspire, no sabía si lo que diría iba a ser una locura o no. —Sabes

 Narra Santiago♥ Toda esta situación me hierve la sangre. No pudo creer como todo se ha salido de control. Santiago, sigue el plan. Me siento y no aguanto más. Lloro como un niño. Mi corazón está sumergido en el más profundo dolor. Mi Leah se ha enamorado de otro hombre, era de esperarse. En el fondo me alegra que sea Gabriel, a pesar de su hiperactividad para algunas cosas es un buen chico, desde la muerte de su hermana lo vi temblar, sufrir mientras que su padre y hermano solo le daban palizas para que se comportara como un hombre. Comportarse como un hombre Un verdadero hombre no daña a una mujer. Y mi padre, lo sabe muy bien. Es por eso que estamos dispuestos a terminar con esta asoci

Narra Santiago♥ —Si te mueves, disparo. Su voz fue firme pero pude percibir un poco de miedo en ella. —Leah, baja esa arma. No sabes manejarla y puedes condenarte. —¿Condenarme? —. Su voz sonó sacar castica—. ¡Ya lo estoy! —Leah…. —Ey no te des la vuelta. Alce las manos al cielo para que supiera que no intentaría nada en su contra, sin embargo me preocupaba el hecho de que algún disparo hubiese a salir y herirme o acabar con mi vida, no por mi si no por ella. Sería el justificativo perfecto para condenarla en el Lado correcto de por vida. —No vayas a cometer una locura, además si alguien te ve o hay cámaras en este lugar, te van a llevar al lado correcto por intentar asesinar a

Narra Leah ♥ —La mayoría de la vida nos asustamos por lo rápido que se va el tiempo y casi nunca nos detenemos a pensar: ¿en qué me lo gaste? Los días pasan, las personas mueren, envejecen, se alejan o cambian de camino y seguimos allí, esperando ver qué pasa.  Soñando con cosas que cada día se vuelven imposibles. Quejándonos de todo y por todo. Hasta que un día levantas la cabeza y te miras al espejo y dices: Oye, me asusta lo rápido que se va la vida y aun peor, la vida se me paso y no pude hacer nada para disfrutarla. Gabriel termino su reflexión luego de terminar la película.Yo eche la cabeza para atrás y cerré los ojos. —Así mismo, me siento yo…. ¿Pero cómo puedo disfrut

Narra Santiago♥ Cerré mis ojos con fuerza mientras tapaba mis oídos para evitar escuchar los gritos, los cañones, el llanto... —¡Ayúdame! — gritaba una de los niñas. —No nos dejes— grito otra —Nos abandonaste— me dijo una de ellas con sus ojos llenos de sangre —Eres malo— me susurro mientras vi como su cuerpo se esparcía en pedazos. —¡No! — grite con todas mis fuerzas mientras temblaba incontroladamente, mi respiración dejo de fluir y mi garganta ardía, mientras apretaba aún más mis ojos. Traté de moverme, de gritar, pero no pude —Abre tus ojos— me ordenaba una voz —Estas bien, abre tus ojos— me gritaba tomándome de ambos br

Narra Santiago♥ —Quiero conocer al CEO. Luego de que pasaran 30 min en os que Leah estuvo atenta escuchando l que significaba el sistema y el Lado correcto, esas palabras salieron de su bica tan veloz cual rayo. Esta tan sorprendido por su cambio que las dudas crecían en mí, Leah no era mentira peritan ella nunca daría su brazo a torcer tan fácilmente. Es terca. —No sé, creo que por ahora no es el momento Por supuesto, tenía que ser demasiado tonto como para creerle. Ella lo tenía todo planeado y tenía que descubrir cuál era su plan, o enfrentarla pero por el momento debo dejarla en paz. Apreté mis puños y enredé la tela blanca en mis manos. —¿Qué sucede? Pregunto y

Narra Santiago♥ —Gracias— logro pronunciar con respiración dificultosa, mientras se alejaba lentamente. —Espero que no dejaras echo un chiquero el baño o te lo hare limpiar, y, por cierto, sal de mi cuarto, no te quedaras en mi habitación más tiempo— le digo desapareciendo de mi toda sensación de cordialidad hacia ella, y cuando intente responderle sonrió y salió de la habitación Por muchas ganas que tuviera de besarla e incluso hacerla mía, no era el momento. Leah se merecer algo mejor, que todas sus experiencias en el amor sean bonitas. Cuando eran las 8:00 pm ayude a la servidumbre a preparar la cena, todo quedo suculentamente bien, si algo había aprendido era cocinar. Aunque tenía todo siempre me había gustado desde que me mandaron

Narra Leah♥Dos semanas después, estaba en la misma mansión rodeada del mar y alejada de todo el mundo. El CEO se había ido el mismo día que llegue y no había aparecido, quería irme a casa y Santiago no me lo permitió, aunque insistí fue la carta de Lila que me tranquilizo. Confía, estas a salvo. Pronto estaré ahí La esperaba. Mi único consuelo en aquel momento era que por más que Santiago me detestara, no podría hacerme daño, o al menos eso creía. Mi piel se erizo al sentirlo tan cerca, por primera vez sentía miedo de lo que me pudiera pasar. Instintivamente intente correr hacia adelante pero el apareció y me empujó hacia atrás haciendo que mi cuerpo colisionara con la pared.Aturdida pase mi mano por la cabeza