- ¡Vamos, gatita! Alentó Vladímir, sin reírse.Con movimientos torpes, aplaudió mientras se balanceaba de un pie a otro.Con sus guantes de boxeo, sus shorts rojos y su sostén que resaltaba sus pechos perfectos, Vladímir se armó con toda su concentración para no derramarla sobre la alfombra para hacerle el amor. Frunció el ceño, frunció la boca, parecía un gatito inofensivo.- Flexiona las piernas.Dejó de saltar, se flexionó demasiado y se encontró con el trasero hacia atrás, dándole una vista completa de su hermoso trasero.¿- Así?Se frotó el puente de la nariz para no reír y caminó detrás de ella, la agarró por las caderas y con una rodilla, le abrió las piernas.- Oh...- Más así. Dijo con voz ronca.Ella se sacudió los pelos sueltos con su guante de boxeo cuando él se paró frente a ella, con las manos en posición defensiva.Ella le dio un golpe particularmente fuerte, luego otro. Vladímir estaba fascinado por esta feroz criatura joven. Él le enseñó los golpes, ella le dio un bue
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