Años después (para ser exacto, doce)Les voy a terminar de contar una historia, una historia que ya lleva doce años. Decirlo es muy fácil, pero han sido doce años aprendiendo a ser parejas, aprendiendo a trabajar juntos, a convivir juntos, pero sobre todo aprendiendo a aprender.Es la historia de una chica que un día, por circunstancias de la vida decidió llegar a Ámsterdam, y como comprenderéis nadie que llega a un país que no es suyo, tiene las cosas fáciles. Ella me ha contado que en un principio fue muy difícil, que tuvo que trabajar en algo que le llaman vitrales, que estaba en un barrio muy famoso de aquí de Ámsterdam. Bueno ella ha prometido que algún día me contará la historia completita, yo espero impaciente a que llegue ese día.Os preguntaréis ¿Quién soy? lo siento, no me he presentado, soy Alexander Brouwer Ivanov, y como imagináis soy el mejor producto de esa historia. Tengo once años, creo que, por mi edad, también os imagináis en qué momento fui concebido.—Hijo, ¿Qué h
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