Llevo las manos al rostro tratando de ocultar mis sentimientos y lágrimas.Siento como Alan se levanta de su silla y camina cerca de mí, sus manos cálidas apartan las mías de mi rostro, al abrir los ojos veo a Alan arrodillado a mí lado, me muevo en la silla tratando de queda frente a frente, caen lagrimas gruesas y llenas de mil millones de sentimientos, sobre todo agradecimiento.—Yo... Yo...—me falta el aire por los sollozos. —Yo pensé que al contar esto. —respiro profundo—Me culparían o dirían cosas feas, pero no y ahora creo que me siento mejor, ahora que saqué esto de mi pecho, creo que se me ha quitado un peso de encima. Nadie me va hacer daño ahora.—Eso no fue tu culpa, nunca lo fue, tú solo estabas asustada y perdida, te hicieron pasar por algo horrible—Alan se levanta del piso y me abraza. Mi cabeza queda en su abdomen. —Pero ya
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