—¿Qué quiero dices? — No tenía duda, sabía que quería, le costó una lucha constante entre su consciencia y su corazón. — Quiero que tengamos una cita para demostrarte que es lo que quiero, sé que soy un caso — Mientras jugaba con un mecho de su cabello —Eres un caso clínico, seguro ¿Qué no eres un hombre bipolar? Conozco una buena psicóloga si gustas — Doménico sonrió posando su rostro sobre el hombro de ella, empezando a sonreír por las locuras que pasaban por su cabeza, ella lo traía loco, pero de una manera que ni un psiquiatra o psicólogo podrían curar. —Eres una mujer muy especial — Para posar sus labios sobre los de ella, de manera lenta pausada, no quería asustarla solo quería volver a probar sus labios, tomando su rostro con las manos, ella correspondió a sus besos, ya que también lo había querido hacer durante estos casi dos días a su lado, no era un hombre amargado, sintió que no debía temerla y que solo por un m
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