Unas horas antesLa casa era un ida y venida de las personas que acomodaban las mesas, los manteles, limpiaban con sumo cuidado las copas donde se servirían las bebidas. Santino caminaba de un lado a otro en su despacho, tenía unas horas de haber hablado con Capello, temía escuchar el sonido del teléfono, que fuera De Luca que habían sufrido otro atentado su hija, que ahora sí había sido herida, por dios todo porque de nuevo la mercancía de Capello había sido decomisada, sabía lo terrible que podía ser Capello, y si secuestraba a su hija sería capaz de venderla, no podía pensar en eso, tenía que confiar en De Luca, para eso lo había contratado para que protegiera a su hija. No podía creer su suerte, se suponía que todo estaría bien, que la mercancía llegaría muy bien a su destino, dónde ya los esperaba los hombres del socio de Cape
Leer más