Bianca no pensaba dejarlo toda la noche afuera, al sentarse en su sofá y ver las luces de la ciudad a lo lejos, junto a una taza de té, poco a poco le gana el sueño, está en una habitación blanca como en las que había en la clínica de rehabilitación, se levanta del suelo y sale en la escucha de la música que hay en el patio, al parecer hay una fiesta, todos se ven muy alegres cuando de en medio de ellos sale Sandro, ella al verlo quiere salir corriendo pero la mano de él la atrapa y la atrae a su cuerpo, la abraza con fuerza , ella comienza a forcejear, —Vamos a divertirnos tengo muchos dulces para ti— le susurra mostrando con su otra mano una pequeña bolsita con diferentes pastillas—No quiero, no quiero volver a ese mundo— grita tratando de levantar su rodilla y darle en la parte baja, pero no puede, mira los ojos de Sandro, están rojos y vidriosos,&mdash
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