Capítulo 41 − Vengo a pedirte de la manera más atenta, que dejes mi casa. –Desabrochándose el saco y buscando la licorera, que conociendo a Carolina debía tener en aquella habitación. − jjjaaajjajaaj ¡¡Cual casa!! Si esta casa la compre yo, ya que tú papi me dejo todo a mí. –Dijo aun sentada en su taburete de su tocador, tratando de arreglar el vendaje. −Sí, pero si la compraste con el dinero de mi papá; creo que ya me pertenece, hay una clausula, creo que nunca la respetaste, ya sabes papá siempre de celoso. –Ubicando la licorera y sirviéndose un trago−. Pero bueno gracias a eso, ya di marcha para revocar el testamento, hoy dieron el fallo a mi favor. Entrando en ese momento el notario, abogados, peritos en la materia. −Señora Moncada, todos sus bienes han sido confiscados, así como la presidencia de la empresa Moncada y Asociados, dejando como único apoderado legal al SR. Fabricio Moncada. −¡¡No puedes hacer eso!! Fabricio tú sabes q

Capítulo 42 -DOS MESES DESPUÉS- Estaba una pensativa Sandy en la mansión Russell, estaban en la terraza tomando un café, cuando soltó un suspiro y se quedó viendo hacia los rosales, casi no hablaba solo estaba exhorta en sus pensamientos. −¿Te pasa algo hija? Te noto triste y pensativa. –Dijo la señora Russell al ver a Sandy, muy triste. −Nada tía, no es nada –Hablo tratando de ocultar sus sentimientos. −Sabes que te quiero como una hija, puedes confiar en mí, anda dime ¿Qué te pasa? –pregunto acercándose para consolarla. Sandy solo derramó una lágrima en silencio. −No sé, es que no quiero abrumarla con mis problemas. - Vamos confía en mí, ¿Qué te pasa? –invitándola a sentarse junto a ella, en aquella terraza. - Es que Alonso, ha estado distante conmigo últimamente, no sé cómo explicárselo, me da pena. –Limpiando sus lágrimas que comenzaban a salir. −¡¿Cómo es?! Soy mujer, puedo entenderte perfectamente bien, lo

Capítulo 43   Final de Alice y Noah Ferretti. Alice llegaba a la oficina de su esposo, cuando se llevó una sorpresa, tanto el puesto de secretaria, como de asistente y otras direcciones, eran ocupados por varones. −Si dígame ¿A quién busca? –Mirando su libreta, para anunciarla. −A mi esposo –dijo Alice en lo que veía a su alrededor, que todos los puestos eran ocupados por varones, cuando antes abundaban solo mujeres. Sale el asistente de la oficina de Noah. − Perdón ¿Usted es? – Mirándola con cara de pocos amigos, ya que Noah había dado la orden, de no dejar pasar a nadie que no tuviera cita, más si eran mujeres. −Soy la Sra. Ferretti ¿Se encuentra mi esposo? –pregunto al ver que Noah tenía varios filtros para acceder a él. −Claro en un momento la anuncio. –Sonriéndole ingresando de nuevo a la oficina. Noah en cuanto la anuncian, se levantó de su asiento para recibirla. −Amor pasa, ¡Que sorpresa! –Sonriendo

EPÍLOGO   Una gran dama caminaba por un pasillo muy frío, hasta donde quería llegar hacer esa visita de cada mes… −Vaya señora pensé que este mes no vendría –dijo Irina con un poco de resentimiento. −Si tarde unos días, porque estuve ocupada pero aquí estoy –comento sentándose para comenzar su plática. Irina buscó su asiento con dificultad, ya que tenía una prótesis que aunque era molesta si le ayudaba muchísimo para poder caminar sin muletas. −Veo que te mueves mucho mejor, ya sin muletas –dijo Mari Carmen Russell, admirando el hecho que ya caminaba sola sin ayuda. −Si la prótesis me ayuda mucho, al menos ya puedo hacer mis cosas sin ayuda, la verdad pensé al principio que iba a tardar más en adaptarme pero no, si me ha servido. −Me da gusto ver que has cambiado mucho, después de tanto tiempo. –comento con escrutinio. −Si he aprendido que no gano nada, con estar peleada con la vida sé que me gane todo lo q