Los FireFriend ya estaban por dormir cada grupo en su respectiva casa. En la casa principal vivían Kader, Felicíe, Colette, Tessa, Ethan y el pequeño Karim. Los niños ya estaban profundamente dormidos mientras que los adultos ya iban para ese rumbo, a excepción de Kader, quien no dejaba de preguntarse cómo estaría la Cobra en ese momento, para luego regañarse por estar pensando tanto en ella. Pero la verdad es que era algo que no podía evitar, sentía un extraño interés hacia ella, decía que era algo similar a lo que le pasaba con cualquier miembro del Clan. Pero en su interior sabía que no era verdad y lo confirmó con el hecho de casi matar a un hombre, cuando había jurado que jamás haría algo así. Una promesa que olvidó por escasos segundos al tener a ese maldito frente a él, quería hacerlo pagar por lo que le había hecho a los suyos y demostrarle que con su Cobra nadie se metía.
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