Halia se devuelve al camerino, para tomar al toro por los cuernos, al abrir la puerta observa a Kano inclinado sosteniendo sus parte nobles.- ¡MUJER! ¿ESTÁS LOCA? - Le grita Kano.- ¡SI! ¡LO ESTOY! Escúchame bien… Kano Lombardo, sé que debo cumplir contigo, una vez que estemos casados. Pero, quiero que te quede claro, que lo que vaya a pasar entre nosotros, solo será cuando yo quiera, ¡Mételo en la cabeza! Prefiero enviudar joven, que ser violada por mi marido- Le dice con mucha autoridad.- ¡Ahora! ¡Largo de aquí! - Halia le abre la puerta para que se vaya, el hombre esta pálido del dolor. Estaba por decir algo, cuando ve a la estilista con cara de asombro viéndolos a los dos.Toma una gran bocanada de aire para controlar el dolor camina hacia la salida, al pasar por la puerta fulmina a Halia con la mirada, para proseguir estando frente a la estilista. Una gotitas de sudor se muestran en su frente.-Si alguien se entera de esto, despídete de poder encontrar un trabajo en toda la pen
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