*** Dos horas después, al llegar, la chica de la recepción de donde me estoy hospedando me ha dicho que alguien preguntó por mi check out a mediodía, ella no ha revelado mi información pero según la descripción de la persona, parece haber sido Dave. Con ese recado me he venido directamente a mi habitación. Minutos más tarde, repaso en la ducha lo que ha sucedido, limpio con la esponja de baño mis brazos, mi cuello... algunas lágrimas se desbordan sobre mis mejillas al recordar las manos de ese sujeto sobre mí. —¡Qué hubiese pasado si... no me lo quiero imaginar! —me digo en voz alta. Todo lo que he tenido que aguantar, no puedo con tanto... —cierro la llave de la ducha y me resuelvo a salir, me seco, me coloco la bata y con un la toalla envuelvo mi cabello. De pronto escucho el móvil, veo la hora y son casi las 3.30pm. Es Dave, decido no responderle. —Ya no tiene caso Sanaya, te regresarás hoy a Ecuador, y con él... sí, con él te quedas tú, aquí, en las memorias de Dubai. —pienso.
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