Capítulo 189. Entregados a la pasión
Miguel caminó con pasos largos hacia el ascensor, sin poder dejar de preocuparse y hacerse decenas de preguntas «¿Qué pudo haber pasado entre ellos para que se enojaran y terminaran discutiendo así tan de repente? Se veían felices, sonrientes, después de haber visto a Diego tan enamorado, estaba seguro de que haría lo que Anaís quisiera», pensó, sin poder dejar de buscar una razón lógica para esa discusión.Frunció el ceño cuando vio que el ascensor comenzó a pararse en todos los pisos, sin embargo, nadie subía, eso le pareció extraño, más no quiso hacerle cabeza. Cuando llegó al piso indicado, comenzó a caminar por el pasillo mirando a todas las habitaciones, hasta encontrar la cuatrocientos diecisiete, tocó la puerta, pero nadie le respondió, cuando entró vio a su hermana con el rostro inclinado, cubriéndose el rostro.—Hermanito, ese Diego… es que voy a… —sollozó, aunque sorpresivamente se calló y se levantó—. ¡Ya va! Espera un momento, voy a buscar algo que dejé en la otra habitac
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