CAPÍTULO 93. Un "para siempre"
Tres años después —Que es la «A», mi amor, mírala bien —decía Elliot, sentado con una paciencia que solo él creía infinita, intentando enseñarle las vocales a su hija. —Pues a mí se me parece un a un «4» —dijo la niña cruzándose de brazos y arrugando el ceño. —Ya sé, pero no es un «4» porque no tiene esta patita completa —insistió Elliot. —¿Y tan difícil era terminarla? Para mí es un «4». —¡Pero no es un «4», en una «A»! —¿Y por qué? ¿Porque lo dices tú? —protestó Asha sacando el labio inferior como si fuera un pequeño y adorable pitbull—. Igual que esto… ¿Por qué tiene que ser una «E» si para mí es un «3»? —¡Pues porque tiene las patas para el otro lado, Asha! —exclamó Elliot, sintiendo cómo el ojo derecho ya empezaba a brincarle. —Bueno pues eso es fácil, se las pinto del lado que yo quiero y ya… —replicó la niña creando una deformada figura que no era ni número ni letra. —¡Kaliiiiiiiiii! —El grito de Elliot se extendió por la casa y pocos minutos después se Kali se asomó a
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