Capítulo setenta y tres La fuga *Francesca Salvo* Un día más en esta celda del demonio. Un día más sin tener ninguna otra escapatoria. Maldigo a todos los Di Lauro mientras deslizo la fregona sobre el piso con asco. Yo, Francesa Salvo, una dama de la alta sociedad italiana limpiando el suelo como una vulgar sirvienta. Y por si fuera poco, puedo darme por satisfecha porque hoy no me ha tocado el baño ni la cocina. Adriano me ha cortado todos los suministros, ni siquiera tengo dinero para comprar un mísero diario. He conocido lo peor de la prisión, he sido golpeada, robada, ultrajada y encerrada en una celda de castigo sin comida ni agua por días. Es su culpa, él es el culpable de todas mis desgracias. Aun recuerdo la visita de Luigi Bonura..
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