34. Marlon
Era atractivo, bastaba con dedicarle un par de miradas para que sacara un suspiro a cualquier mujer, incluso a las que creían tener el corazón de hierro. Ojos gatunos, capaces de desnudar a sus amantes sin usar las manos, labios carnosos, que volvían adictas, obsesivas a cualquiera, que se dignara a besarlos, piel levemente tostada, pelo marrón prácticamente rubio engominado. No le gustaba la barba, de hecho siempre se burló de Dominik y Adriano porque les hacía verse mayores, y a Marlon le encantaba ser joven y vivir sin desmedida. Así era Marlon Black, nada de su vida era estable excepto los billones que hacia junto a su colega Adriano en el despacho, bufete aclamado por las revistas más prestigiosas e incluso las Universidades más exitosas del mundo les solicitaban que dieran seminarios y conferencias sobre derecho, administración y económicas. Al fin y al cabo representaban las empresas má
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