Capítulo 43.
Eros. Me despierto empalmado, abro los ojos con pesades y me doy cuenta de que Eva tiene su pierna buena puesta sobre toda mi polla, ¡Joder! Ella es la culpable de estar asi a esta hora de la mañana.La veo dormir apaciblemente, tiene el cabello por toda la cara, sus labios están rosados e hinchado y en sus parpados se resalta un leve color morado que probablemente es producto del frio.–Eva – la llamo despacito, acomodándole un mechón de cabello, pero la chica está profunda y rígida como una roca, algo me dice que no va a despertarse en un buen rato, de todas formas, el sol apenas se está poniendo sobre nosotros, deben ser alrededor de las seis de la mañana.La muevo con cuidado de no despertarla, me aseguro de que su pierna mala no quede en una posición incómoda y entonces me levanto de la cama improvisada, me quedo admirando su cuerpo durante
Leer más