-Dos días después, por la noche- Una noche espectacular de fin de año fue lo que tuvieron Can, Sira y Marina, uno que los tres jamás olvidarían y que sabían sería parte de las pláticas de la pequeñita en los días venideros. Asimismo, Can y Sira también tenían otras razones para recordar el festejo, ya que, ambos habían iniciado el año con un beso, que no solo les había dado el cierre y el apertura perfecta, si no una ola de recuerdos que ya no temían esconder. Era evidente, los dos estaban dispuestos a intentarlo pero, Sira, tenía asuntos que resolver, antes de poder continuar; o al menos eso quería. Julio seguía presente en su vida, y no solo porque él la llamaba casi todos los días para ver como se encontraban, si no porque era su prometido y, aunque, Sira se había quitado el anillo de compromiso desde su llegada a la playa, ella sabía que tenían una plática pendiente, muchas cosas que decir y sobre todo, decisiones que tomar. Mientras tanto, seguía en su papel de próxima novia pl
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