Narra Samara.Aprieto mi agarre a la almohada. Esta cómoda. Tanteo esta pero me sorprendo al notar lo dura que es ante mis manos. Abro un ojo algo cegada por la luz que se filtra por la ventana y tardo unos cinco segundos para recordar lo de anoche. Miro a mi supuesta almohada y no es nadie mas ni nadie menos que Elijah Sokolov.Sonrío al darme cuenta como su labio sobresale y un pequeño puchero se asoma en su boca. Su brazo rodea mi cintura y mi cabeza se encontraba en su pecho. Tiene su cabello levemente despeinado, pero se ve condenadamente atractivo. Todo un adonis.Con cuidado intento quitar su brazo tatuado de mi cintura pero mi intento es en vano al percatarme de algo evidente; la fuerza de Elijah es ma

Narra Elijah.Entramos todos juntos a la gran casa donde se llevará a cabo la fiesta. Aprieto mi agarre en la cintura de Zoé mirando a mi alrededor. Si os soy sincero no se porque la traje. Supongo que me dio un ataque de celos al saber que Samara iba a estar acompañada de Alec y por eso decidí invitar a mi amiga, le van las tías así que tuve que pagarle para que me besara en la entrada frente a Samara.Lo sé, soy un gilipollas pero me la suda.Samara saluda a Alec con un beso en la mejilla y los chicos y Zoé nos limitamos a asentir.A Zoé la conozco hace unos diez años, comenzamos una especie de relación de solo sexo hasta que me dijo que le gustaban las tías, y me lo dijo follando conmigo así que podéis imaginaros mi ca

Narra Samara.Subo a la moto de Elijah rodeando su cintura con mis brazos y aferrándome a el. Hoy ha sido muy raro todo. Sinceramente estoy algo confundida, ¿Acaso Zoé no es su novia? La había visto abrazada a Richard esta noche, ¿y la morena, quien es y por qué la protege tanto?  No entiendo nada, pensé que el sentía algo por mi. Suspiro y veo como el prende la motocicleta haciendo rugir esta.-Cuida a la morena y llévala a donde te diga-le menciona a Mike el cual lleva a Isabela en su moto. Jace y Zoé se van en su auto y Richard se va, al igual que nosotros en motocicleta. Este asiente ante la petición de Elijah. Rápidamente Elijah sale de ahí con velocidad y eso hace que me aferre aun

Narra Elijah.-Entonces, se enojó contigo porque no fuiste a la casa en todo el día.-afirma Isabela por décima vez. Asiento mirando mi móvil.-Y ahora no habéis hablado hace dos días-asiento nuevamente pero esta vez la miro.Isabela se encontraba acostada en mi tripa y yo estaba acostado en su cama mientras contestaba algunos correos en mi móvil. Nos encontrábamos en su piso, el cual quedaba en el centro de la ciudad. Me estaba quedando ahí desde que a Samara se le dio por hacer aquel drama.-Pero tu eres idiota, ¿o te haces?-me sorprendo ante sus palabras.-Déjalo, es obvio que lo eres.-se levanta y se sienta a modo indio en frente de mi.-Mira, es obvio qu

Narra Samara.Con mi poco conocimiento he podido llegar al dichoso apartamento donde se supone que se encuentra Elijah. Era un edificio lujoso, alto y de muros blancos con grandes ventanales. No cabía duda de que tan solo una habitación del piso sería más grande que mi cuarto. Sin dudarlo me adentro en el y después de discutir un poco con el de recepción subo al ascensor a toda prisa. Este demora un poco en llegar, ya que el piso donde se encontraba Elijah era uno de los más altos.Al estar en el pasillo miro bien la dirección para ver el número de departamento. Me acerco a la puerta y golpeo con mis nudillos dos veces. Se escuchan ruidos dentro y no es hasta que pasa un minuto entero cuando se dignan a abrirme la puert

Narra Isabela.Una vez estuve sola me fui a mi habitación y abrí mi portátil.(...)Dos horas más tardes tenía toda la información que necesitaba sobre "Aella Schmidt", la verdad, no me juzguéis, no tengo ni puta idea de cómo se lee su apellido. Así que le pondremos, "Aella la ex de Elijah".No me quería entrometer, que va, ya lo estaba haciendo, pero en la mañana había hablado con Elijah y él me confesó que pensaba que su ex- esposa, estaba muerta. Así que aquí estoy yo, metiendo las narices donde no debo para poder hacer feliz al muchacho. Cuando la puerta principal s

Maratón 1/3.Narra IsabelaAella abrió la boca y la cerró continuas veces antes de jalar mi brazo y meterme adentro de su piso, y menudo piso. Era un penthouse, literalmente. Pero dejaremos los detalles para después.La rubia se sentó y yo igual. Se veía a leguas lo nerviosa que estaba. De hecho, su pierna izquierda no dejaba de moverse.-¿Aella, verdad?-quise comenzar a hablar, no me iba a quedar callada. Ella asintió rápidamente y suspiró pasándose las manos por su rostro en signo de frustración.

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