“¿Quién dijo que fue por nada? Te di mi palabra y la cumplí. Puede que eso no signifique mucho para ti, Cole, pero para mí lo es todo”, ella me dice, su sinceridad es evidente en sus ojos verdes. “Mira, siento haber tenido que ir a tus espaldas. No lo hice para lastimarte o para ir por encima de ti. Sinceramente no lo quiero, Cole, no lo quiero. Si realmente quieres hacer algo, toma ese dinero y dáselo a aquellos que realmente lo necesitan. Sé el tipo que deja su huella haciendo una diferencia en el mundo. Por grande o pequeña que sea esa diferencia”. La miro fijamente a los ojos, y ella sonríe, pero su sonrisa no llega a sus ojos. “Tengo que irme”, ella susurra, y yo extiendo la mano y agarro la suya entre las mías.“¿Puedo llevarte a algún lugar?”, me ofrezco, pero ella sacude la cabeza.“No. Conduje hasta aquí, así que estoy bien”, ella responde, mirándome a los ojos, y veo que se les aguan. Ella estira sus dedos y acaricia mi mandíbula; envuelvo mis dedos alrededor de su muñeca m
Leer más