Josh pone los ojos en blanco, sacudiendo la cabeza. “Dios, Cole. Creía que habías decidido dejar pasar lo de Shayla, amigo”.“¡Lo estoy haciendo!”, grito enfadado. “Ella se fue, mierda. Dejó el trabajo. Se va de casa; ¡ella me deja mañana!”, Gimo y giro la cabeza para mirar a Josh. “¿Me llevarás con ella?”.Josh se ríe, sacudiendo la cabeza. “No. Si te presentas así en su puerta ella va a pensar que eres un imbécil. El único lugar al que vas a ir ahora es a la cama, amigo mío. Necesitas dejarlo pasar y dormir. Vas a verla mañana de todos modos. Puedes decirle lo que sea que necesites decirle allí”, él explica, y yo suelto un quejido, mirando por la ventana hacia el cielo negro.Una hora más tarde, Josh me lleva, medio arrastrándome por mi apartamento hasta mi habitación. “No, no, no”, murmuro, señalando la habitación de Shayla. “Ahí dentro”. Josh asiente y me lleva hasta su cama y me deja caer en ella. Toda la habitación seguía oliendo a ella, y eso hacía que mi corazón se apretara
“¿Quién dijo que fue por nada? Te di mi palabra y la cumplí. Puede que eso no signifique mucho para ti, Cole, pero para mí lo es todo”, ella me dice, su sinceridad es evidente en sus ojos verdes. “Mira, siento haber tenido que ir a tus espaldas. No lo hice para lastimarte o para ir por encima de ti. Sinceramente no lo quiero, Cole, no lo quiero. Si realmente quieres hacer algo, toma ese dinero y dáselo a aquellos que realmente lo necesitan. Sé el tipo que deja su huella haciendo una diferencia en el mundo. Por grande o pequeña que sea esa diferencia”. La miro fijamente a los ojos, y ella sonríe, pero su sonrisa no llega a sus ojos. “Tengo que irme”, ella susurra, y yo extiendo la mano y agarro la suya entre las mías.“¿Puedo llevarte a algún lugar?”, me ofrezco, pero ella sacude la cabeza.“No. Conduje hasta aquí, así que estoy bien”, ella responde, mirándome a los ojos, y veo que se les aguan. Ella estira sus dedos y acaricia mi mandíbula; envuelvo mis dedos alrededor de su muñeca m
¿Existe un dolor peor que ver al hombre que amas derrumbarse en tus brazos después de perder a un ser querido? Este era el hombre que él admiraba mientras crecía, y acababa de verlo morir ante sus ojos. La manera en que su cabeza cayó en mi regazo y sus desgarradores sollozos, realmente me perseguirán durante mucho tiempo. El Abuelo Joe me tomó de la mano con tanta fuerza que tuvieron que separar sus dedos de los míos. No pude reprimir el llanto que se me escapó, sobre todo cuando escuché los gritos de desesperación de Elaine por haber perdido a su padre. Conozco demasiado bien ese sentimiento. El Abuelo Joe murió rodeado de sus hijos y nietos; aunque no reconociera a ninguno de ellos, al final, murió en paz con la imagen del amor de su vida ante sus ojos.Alguien me dijo una vez que justo antes de morir, el ángel de la muerte se te aparece como la persona que más amas, y para el Abuelo Joe, esa era la Abuela Maisie. Puede que solo lo haya conocido hace un par de meses atrás, pero lle
Levanto mi mirada para encontrarme con la suya y asiento con la cabeza. “Por supuesto. Aprecio sus disculpas. Puede que mi matrimonio con su hijo no haya durado, pero tenía razón, no somos el uno para el otro, pero si me preocupo por él profundamente y solo le deseo felicidad en lo que él decida hacer después”, explico, parpadeando las lágrimas que siento que me queman la parte posterior de mis párpados.Elaine sonríe con tristeza y me da unas palmaditas en la mano. “Eres una chica increíblemente única, Shayla Hart, el amor y el respeto que le has mostrado a mi padre en sus últimos momentos ocuparán siempre un lugar especial en mi corazón”, ella suspira, secándose las lágrimas. “Asistirás al funeral, ¿verdad?”.“Me gustaría ir, si te parece bien”, pregunto, mordiéndome el labio inferior y ella sonríe, asintiendo.“Por supuesto, tienes que estar allí. No me gustaría que fuera de otra manera”. Sonrío un poco y asiento agradecida. “¿Te importa si te doy un abrazo? La miro, sorprendida,
Allí estaba él. Con su metro noventa y tres de altura, luciendo tan destrozado como yo. Nuestras miradas se encuentran, y él me mira y se encoge de hombros antes de entrar y tirar de mí hacia sus brazos, enterrando su cara en mi cuello. “No puedo respirar. Siento que todo se cierra a mi alrededor”, él llora. “¿Puedo quedarme contigo esta noche?”. Miro a Aimee, que se pone la mano sobre el pecho, con los ojos llenos de lágrimas.“Por supuesto”, susurro, envolviendo mis brazos en su cuello y él me abraza con fuerza. ¿Por qué él sigue haciéndome esto, y por qué sigo dejándolo? ¿Por qué no puede dejarme ir? Nos separamos y cierro la puerta cuando entra en mi apartamento. Él saluda a las chicas con una inclinación de cabeza, y ambas se acercan y lo abrazan, y él les regresa el abrazo.“Sentimos mucho tu pérdida, Cole”, dice Jo cuando se separan del abrazo. Cole asiente y se encoge de hombros.“Gracias, chicas, y perdón por aparecer así. Es que no podía soportar estar solo esta noche”. Ai
Asiento con la cabeza. “Exactamente, no podemos ser solo amigos, Cole”. Él intenta intervenir, pero presiono mi dedo en sus labios, y me mira. “Míranos, ¿es así como se abrazan dos amigos?”, susurro, y él sacude la cabeza, sin apartar sus ojos de los míos. Le paso los dedos por la mandíbula. “¿Es así como se miran dos amigos?”. Él vuelve a sacudir la cabeza, sus ojos bajan a mis labios y vuelven a subir a mis ojos. “¿Sigue siendo una amistad si todavía puedo recordar tu sabor?”. Cole se queda mirando mis labios y traga con fuerza. envuelvo mis dedos en su nuca y presiono mi frente contra la suya. “¿Cómo pudiste pensar que sería tu amiga?”, le susurro cerrando los ojos. Me aguanto las lágrimas que están deseando caer. “Tienes que dejarme ir, Cole, por favor”, le ruego con tristeza.“Lo estoy intentando Shay, créeme, lo estoy intentando”, él respira, rozando su nariz sobre la mía. “Es que es tan difícil. Creo que he sentido…”.Sacudo la cabeza y cubro su boca con la mano. “No. No lo d
Dos semanas…Ese es el tiempo que ha pasado desde que me alejé de Shayla después de esa noche que pasé con ella. La última vez que la vi fue una semana después en el funeral del abuelo. No sabía que ella estaría allí, así que cuando la vi, las emociones que había estado reprimiendo brotaron de nuevo. Ella se sentó dos filas detrás de mí, al otro lado de la iglesia. No dejaba de mirarla, sus ojos encontraban los míos, y nos mirábamos fijamente hasta que ella rompía el contacto visual mirando hacia adelante. Sophie estuvo pegada a mi lado todo el tiempo, así que ni siquiera pude hablarle bien, lo que me molestó mucho. Después del entierro, ella desapareció sin decir nada, y aún recuerdo que todo mi interior se retorció de decepción. Le hice la promesa de que la dejaría en paz y trato de mantener mi palabra, pero es tan difícil.Esa mañana me desperté en sus brazos. Debí quedarme dormido mientras ella me leía. Ya veo por qué al Abuelo le encantaba que ella le leyera. Hay algo relajante
Adaptarse a la vida sin ella ha sido un reto. Me concentré en el trabajo como lo hacía antes de conocerla. Acepté proyecto tras proyecto, volé por todo el mundo para distraerme y no pensar en ella. Puse toda mi energía en mi relación con Sophie, y así vivía. Los días transcurren, las noches se alargan aún más cuando me acuesto en la cama con Sophie y el rostro de Shayla aparece en mi mente, o la veo en mis sueños. Me pregunto qué estará haciendo ella al menos diez veces al día. La extraño demasiado, su risa, su voz, su olor, la forma en que me miraba cuando la molestaba, y me pregunto si ella también me extraña o incluso si piensa en mí. Quiero llamarla. Me siento tentado al menos diez veces al día.Pasa un mes, luego dos, luego tres, pero el enorme agujero que Shayla ha dejado en mi vida no parece desaparecer.“¿Cariño?”. Miro a Sophie, que me sonríe dulcemente. “¿En qué estás pensando? Parece que tu mente está a kilómetros de distancia”, ella pregunta y yo sacudo la cabeza, me acer