“… Te necesito más que al aire. Más que al agua y que a la vida. Más que al sol de cada día. Necesito tu calor…” Manuel Mijares. **** María Paz empezó a contonear las caderas al igual que lo hacía la cantante. Entretenida en su tarea de acomodar los víveres en los gabinetes, no percibió la presencia de Joaquín. El joven abrió los labios ligeramente al verla bailar con aquella sensualidad característica de la jovencita, inhaló profundo y sin poder evitarlo su cuerpo reaccionó, El sensual vaivén de las caderas de Paz lo tenía paralizado, imaginó verla danzando sobre él de esa forma, entonces sacudió su cabeza, y con lentitud se acercó a ella, la tomó de la cintura. La joven se quedó estática suspiró profundo al sentir las manos de él tocando su piel, todo su ser se erizó, cerró sus ojos y asp
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