Era una mujer adulta, una mujer soltera que podía disfrutar de su sexualidad sin compromisos, una mujer que no debía torturarse por tener una aventura de una noche con su ex, que también era su actual jefe... Al menos es lo que se repetía Samantha en el camino de regreso al penthouse, se mantuvo en silencio con la cara inexpresiva tratando de aparentar una tranquilidad que no sentía. El magnate intuía como se estaba sintiendo ella y por eso decidió concederle esos minutos de viaje sin hacer comentarios, pero justo después de llegar decidió que era el momento de dejar claras algunas cosas. – Cariño quiero dejar algo en claro – detuvo con su mano a la mujer que intentaba desabrochar el cinturón de seguridad – No me arrepiento de lo sucedido, es más estoy deseando poder repetir y sobre todo, no voy a permitir que le des demasiadas vueltas, el fuego ente nosotros se volvió a encender en el momento que cruzamos miradas y no está mal dejarse quemar por él – Fue sólo sexo Alexander, eres t
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