Habían pasado más de tres semanas desde el baile que había hecho la escuela y el “Viaje repentino” que había tenido mi padre, porque nunca regresó. Menos mal que creí su débil perdón y sus acciones llenas de gentileza, que era sólo para manipularme e irse con su otra familia, si es que la tiene. Por eso me regalaba dinero, para él poder irse sin ningún arrepentimiento. Evan tampoco me visitó desde la última vez que nos vimos, le escribí por F******k, pero no le llegaban los mensajes, intenté llamarlo, pero salía correo de voz, cada segundo hasta el día de hoy. No había podido dormir en dos días, cerraba los ojos y me dormía, pero el tiempo era poco, menos de treinta minutos. Mi sueño fue disminuyendo mientras pasaba el tiempo; los primeros días dormía más que demasiado, los siguientes las ganas de dormir cada vez eran flojas hasta ahora que sólo dormía unos minutos. No tenía muchas cosas que hacer, dentro de poco era navidad e intenté decorar la casa, tal y c
Leer más