Izel*México* Escucho a lo lejos el ruido de la lluvia. Como todos los veranos, Tepoztlán se cubre de nubes, haciendo que el calor de la primavera se vaya disolviendo en las tormentas nocturnas, y llene el cerro de verde, al igual que los árboles que aumentan su tamaño. El limonero de nuestra cada ya empieza a dar limones y el naranjo pronto también nos dará su fruto. Hoy, la lluvia no ha cesado, hay un momento en el verano que llueve día y noche, pero esto no mantiene a nadie en sus casas. Todos estamos acostumbrados a salir, a trabajar con la tormenta, a oler el delicioso olor de la tierra mojada, mientras se disfruta un café de olla. Para mi suerte, puedo hacerlo desde mi pequeño taller desde donde, crean o no, llevo una marca internacional y junto con mi socio y mejor amigo, Miguel. Así, me encuentro concentrada dibujando el último bosquejo de mi nueva colección que espero salga el próximo verano, veo de reojo a mi pequeño hijo, quien juega sobre el tapete de tela que he puest
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