Un montón de espuma, serpentina, y papelillo de colores, cayó sobre todos los graduandos de medicina que unos minutos atrás, habían recibido su título de culminación de grado. La universidad había preparado esta especie de ritual cuando ellos terminaron de lanzar sus gorros al aire, y ahora, en el centro del evento, las luces, los globos, y todo el papel colorido, caía sobre sus cabezas mientras las lágrimas y las risas de felicidad se entremezclaban en sus ojos. Nat estaba abrazada con Lana diciéndole lo agradecida que estaba por estar en su vida, pero de un momento a otro también fueron abrazadas por un tercero. Peter se unió a ellas esparciendo besos en sus cabezas, mientras daban brincos tratando de explotar la emoción que los arropaba. —¡Lo logramos! —gritó Peter aturdiéndolas y luego las sacudió—. ¡Lo lograste Nat!, ¡Lo lograste Lana…! ¡Lo logré! ¡Somos médicos, carajo! ¡Somos los putos médicos más sexys de Durango! Las risas de sus comp
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