38. Mamá
Tía Ming sirvió un trozo de pastel de azúcar frito a cada uno. Ming Hui estaba ansiosa por empezar a comer, pero también sufría de una vergüenza genuina. A un lado, Xu AnRong todavía estaba temblando de felicidad, sentado en las piernas de Xu Yun. "A ver si nos ha quedado bien, ¿si?" Tía Ming les preguntó, sentándose en una de las sillas. Xu Yun sonrió al ver a los dos niños empezar a comer. Y de repente, sintió una extraña aunque reconfortante felicidad. Sin embargo, detrás de toda felicidad, siempre hay una profunda capa de sufrimiento.Debajo del típico vestido que Xu Yun llevaba, se ocultaban múltiples heridas. Su piel estaba llena de golpes, que dolían como el infierno. Y por supuesto, su cuerpo violado se resentía en cada movimiento.En aquella ocasión, Xu Yun no sabía lo que le esperaba. "Eso..."Ming Jie observó en la misma dirección que Xu Yun estaba mirando sin ninguna emoción en su rostro."
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