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Todos los capítulos de ¡Transmigrando en la realidad!: Capítulo 31 - Capítulo 40
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30. Era una noche de invierno
Dentro de una pequeña casa, una mujer de mediana edad tenía sus ojos fuertemente cerrados, mientras su rostro estaba rojo y sudaba por el esfuerzo. A un lado, otra señora de más edad sujetaba su mano derecha con fuerza."Ya casi está, pronto tendrás a un hermoso bebé en brazos" la señora la alentó, sonriendo con ternura. Aquella mujer asintió, y tuvieron que pasar dos horas mas hasta que por fin dio a luz.Cansada pero feliz, sujetó al niño en brazos. Este niño era de constitución pequeña, con una piel extremadamente blanca. Tenía los ojos cerrados pero con intenciones de estallar en llanto."Te hecho varias prendas para que tu bebé pueda pasar el invierno"Sus ojos se iluminaron debido a la emoción. "No tenías que molestarte Tía Ming" "Ah-Yun, sabes que eres como una hermana para mí" Tía Ming le contestó con una sonrisa tranquilizadora. "¿Ya sabes cuál va a ser su nombre?""Si. He pensado en AnRong... Xu AnRong. Así s
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31. Era un día común
"La primera etapa para ser un cultivador es la absorción del Qi... Lo puedes obtener del mundo natural, para después refinarlo en tu cuerpo"Xu AnRong asintió emocionado. Prestando especial atención a lo que Ming Hui le estaba contando. Ellos dos se encontraban en la casa de la familia Ming. La cual contaba con una habitación que actuaba como biblioteca, llena de libros y manuales de todo tipo. "¿Qué más? ¿Qué más?" Preguntó Xu AnRong varias veces, mientas balanceaba sus pies que no llegaban a tocar el suelo. Con sus pequeñas manos, Ming Hui pasó otra página y señaló: "Después de absorber el Qi y que este alcance un cierto volumen, pasarás a la etapa de la fundación... Pero lo más difícil en la cultivación es formar un núcleo dorado. Por eso es importante la base de cultivo que hayas obtenido antes" Xu AnRong hizo un puchero, sin entender del todo lo que Ming Hui le estaba explicando. "¿Qué más?"Al darse cuenta de es
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32. Era una conversación común
La curiosidad en un niño siempre es alimentada por los elementos exteriores que no conoce. El corazón de Xu AnRong latía veloz, aunque se estaba conteniendo para no emocionarse de más. Ming Hui a su lado, lucía tranquila, pero por dentro estaba igual o incluso más emocionada que Xu AnRong.Tía Ming se aseguró de que la seguían, y los llevó por una calle menos concurrida aunque igual de animada que el resto. Las conversaciones de las personas se mezclaban en una melodía inentendible pero entretenida. Tanto así, que Xu AnRong no se dió cuenta cuando Tía Ming detuvo sus pasos delante de un gran edificio. Xu AnRong alzó la cabeza, encontrandose con un cartel en medio del edificio. Supuso que tendría el nombre del lugar, solo que él aún no sabía cómo leer esos caracteres."¿Tía Ming que pone allí?" alzó su dedo índice, apuntando al cartel en cuestión."Academia de artes marciale
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33. Era una pelea extraordinaria
La repentina proposición sorprendió a Xu AnRong. A continuación, observó a Zhou Qiu con una emoción contenida. "Bien, no tengo miedo. ¡Ming Hui, mira que bueno soy peleando!" Ming Hui dio varios pasos atrás, dejándole espacio a los dos niños que estaban dispuestos a luchar con todas sus fuerzas. Zhou Qiao detuvo su entrenamiento con el muñeco, uniéndose a Ming Hui. "¿Quién es ese chico y por qué está con mi hermana?" Zhou Qiao le preguntó a Ming Hui, quién enseguida se puso nerviosa al sentir que la pregunta estaba dirigida a ella. Por supuesto, la pequeña y vergonzosa Ming Hui no respondió, y simplemente fijó su atención en Xu AnRong. "¡Oye contéstame!" Zhou Qiao hizo un puchero, pero enseguida copió las acciones de Ming Hui. Luciendo lo feroz que puede ser un niño de su edad, Xu AnRong se subió las mangas de su camiseta. Y clavó
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34. Era el fin de los días pacíficos
Un mes pasó con la rapidez de una estrella fugaz. Poco a poco el sol comenzaba a calentar más, y los pájaros salían a interpretar suaves melodías. En la academia de artes marciales Zhou, el ambiente era tan alegre como siempre. Aunque un par de niños tenían la costumbre de pelear y discutir por cualquier cosa. Ming Hui se sentó en el suelo, apartada en un rincón mientras observaba a Zhou Qiao y a Xu AnRong pelear por saber quién era el más fuerte. De su manga, sacó un pequeño dulce que Tía Ming le había dado para cuando tuviera hambre. Era un pastel de azúcar frito, su preferido. Las mejillas de Ming Hui se sonrojaron al darse cuenta, y feliz comenzó a comer el delicioso dulce. Enseguida, el sabor dulce inundó sus papilas gustativas, calmando el hambre que sentía en esos momentos.Los gritos de Zhou Qiao y Xu AnRong se escuchaban en la lejanía. En secreto, a Ming Hui le gustaba ver este tipo de espectáculos, más si su mejor
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35. Era un futuro impredecible
La guerra había terminado, y la noticia se extendió con rapidez por cada rincón de TianTan.A pesar de que este acontecimiento debería de causar alegría en los corazones de la gente, la verdad era que un ambiente de tensión e inseguridad se instaló en la mente de cada habitante. Sentían que la verdadera batalla solo estaba por comenzar. Fue a mediados de primavera cuando el nuevo emperador se alzó con el trono. Toda la capital se llenó de un ambiente festivo, con multitud de desfiles y celebraciones que duraron varios días seguidos. ¿Quién podría estar triste en un momento así?En medio de la gran plaza, Xu Yun presentaba una mirada distante y vacía. Lucía extremadamente cansada, sin ninguna vitalidad. Ella era como el último día del otoño, cuando los árboles y las flores se preparaban para perder su belleza, dispuestos a entregarse al largo invierno. "¡M
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36. Era una situación complicada
Advertencia: descripciones gráficas de contenido sensibleCuando Xu Yun abrió los ojos de nuevo, se encontró en una sala fría y vacía. Mareada, miró a todos lados, pero no vio a nadie en el lugar. Se encontraba confusa, sin saber cómo había llegado hasta aquí. Antes de que pudiera pensar en algo más, alguien la agarró del cuello por detrás. "Al fin podemos hablar después de tanto tiempo. ¿Me has echado de menos?"Un escalofrío recorrió por completo a Xu Yun, congelando su sangre y huesos. Esta persona acarició su piel sin permiso alguno. Lo cual le provocó una sensación de asco inmensa.Xu Yun reunió toda la fuerza que tenía en ese momento, y se separó de dicha persona. Al darse la vuelta, se encontró con una mirada que jamás pensó volver a ver.Esos ojos, esa sonrisa y aquel rostro... Sin duda era él. "No te he echado de menos. Desde que nos s
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37. Era una pesadilla horrible
"Amigo Xu, tranquilo" Ming Hui colocó un paño húmedo encima de su frente mientras le pronunciaba palabras de consuelo. Ante esto, Xu AnRong se removió ansioso, y tiró el paño a un lado. "¡¿Tranquilo?! ¡Quiero a mi mamá!" le gritó, su cara llena de enfado. Ya habían pasado varios días desde la gran subasta donde Xu Yun desapareció. Nadie sabía dónde podría estar aquella mujer, y no pasó ni una sola noche en la que Xu AnRong no tuviera pesadillas. Por supuesto, Tía Ming lo acogió en su casa momentáneamente, y Xu AnRong estaba viviendo con ellos hasta que Xu Yun regresara. Xu AnRong dormía en la habitación de Ming Hui. Después de todo eran mejores amigos. En este último tiempo, incluso era Ming Hui quien lo cuidaba, pues Tía Ming tenía que abandonar el hogar durante largos períodos de tiempo debido al trabajo. Debido a ese grito, el rostro de Ming Hui palideció."Amigo Xu... Solo quiero ayudarte,
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38. Mamá
Tía Ming sirvió un trozo de pastel de azúcar frito a cada uno. Ming Hui estaba ansiosa por empezar a comer, pero también sufría de una vergüenza genuina. A un lado,  Xu AnRong todavía estaba temblando de felicidad, sentado en las piernas de Xu Yun. "A ver si nos ha quedado bien, ¿si?" Tía Ming les preguntó, sentándose en una de las sillas. Xu Yun sonrió al ver a los dos niños empezar a comer. Y de repente, sintió una extraña aunque reconfortante felicidad. Sin embargo, detrás de toda felicidad, siempre hay una profunda capa de sufrimiento.Debajo del típico vestido que Xu Yun llevaba, se ocultaban múltiples heridas. Su piel estaba llena de golpes, que dolían como el infierno. Y por supuesto, su cuerpo violado se resentía en cada movimiento.En aquella ocasión, Xu Yun no sabía lo que le esperaba. "Eso..."Ming Jie observó en la misma dirección que Xu Yun estaba mirando sin ninguna emoción en su rostro."
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39. Ira y desconocimiento
Una manzana roja era lanzada al aire una y otra vez con fuerza. En medio de aquella solitaria cocina, solo el murmullo del exterior podía ser escuchado. Era como si el tiempo se hubiera detenido en un mismo momento, que se repetía constantemente. El joven que estaba sentado en una vieja silla, tenía la mirada perdida mientras jugaba con dicha manzana sin intenciones de comérsela. Su rostro estaba pálido, las facciones afiliadas debido al paso del tiempo, y esos ojos que en el pasado brillaban con fuerza, ahora no presentaban ninguna emoción desbordante. La vida era cruel. Fue lo que pensó Xu AnRong esa fatídica noche de primavera. Y a día de hoy, continuaba con el mismo pensamiento doloroso.Xu AnRong dejó la manzana encima de la mesa y se recostó en la silla, intentando dormir aunque solo fueran un par de minutos. Pero sus deseos fueron interrumpid
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