Veo pasar todo en cámara lenta, como si las horas estuviesen descansando en vez de correr. Intentaba comunicarme con Daila varias veces en el día, en una hora o minutos, quizás piense que soy un intenso, pero ni, aun así, nada, no contestaba a ninguna de mis llamadas y mucho menos mis mensajes. La forma en que me ignora es alucinante y bastante atrayente para alguien que lo ha tenido todo en la vida. Sin embargo, a pesar de la atracción que existe entre los dos, y que sus amigos estén aun a su lado, temo que Elena y Boruta vengan por ellos. Cada ocasión que intento aprovechar para poder hablar de lo que sucede, ella simplemente se escabulle y me parece repugnante que pueda hacerlo ante mis narices, pero al menos quiero hacer bien esto, prepararla para cuando llegue el momento y finalmente disfrutar el resto de nuestras vidas. De todas formas…, ¿qué le voy a decir? Ni siquiera tengo un plan estratégico para esto, ni un dialogo esperanzador. ¿Mentirle? No puedo seguir haciéndolo. Por
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