Nikolay Dos meses después Han pasado setenta y un días desde que Ailín se fue, ha sido imposible encontrarla, tenemos gente en los principales aeropuertos del mundo con reconocimiento facial, pero nada. Parece como si se la hubiera tragado la tierra.Mi vida se resume en trabajar y trabajar, he perdido las ganas de vivir, parezco una máquina, todo lo hago en automático y ahora soy más sanguinario. Me ensaño cuando llevamos a alguien a la bodega, necesito desquitar mi rabia y frustración, me he convertido en un ente sin alma. No puedo dormir en la habitación porque todo me huele a ella, el dolor en el pecho es insoportable y la incertidumbre de pensar cómo se encontrará, si su pancita está muy grande, si tendremos niño o niña, si tiene muchos antojos…Dios voy a enloquecer si no doy con ella pronto.
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