La vida da muchas vueltas. Después de sentirme feliz y con esperanza por ver a Julieta ahora estoy devastado. ** Llegue a casa de mi abuela con el alma en hilo. Sentía miedo, lo sentía tan fuerte que fue incontrolable que mis manos dejaran de temblar. En el camino iba demasiado concentrado para no morir de angustia y mucho más para no llevarme a nadie, un accidente sería la cereza del pastel. Me inundaba la angustia. Mi abuela es una mujer fuerte, poderosa, toda una guerrera, muy pocas veces la he escuchado llorar. Al entrar mi abuela me esperaba con su típico porte de grandeza pero había un aura de tristeza, mucha tristeza. -Cariño ven conmigo.- Me tomo de la mano como si fuera un niño y me guío escaleras arriba, al cuarto de mi madre. Al entrar la vi en su cama, se veía extremadamente cansada, hace unas tres semanas o un mes la vi, y no estaba así, recuerdo que tenía mucho mayor vitalidad. Me dio miedo verla así. Cor
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