Cuando el salió del cuarto de baño, se dio cuenta de que solo estaba encendida la lamparita de su mesita de noche, por lo que se quitó la bata y se metió a la cama, y la escucho suspirar -Sonia, no estas obligada a nada, te amo y quiero ir a ti solo cuando tú lo desees. -lo deseo ahora, Brett. – fue su respuesta. Él se acercó lentamente al cuerpo de su esposa y se sorprendió, cuando la sintió desnuda bajo las sabanas, por lo que rápidamente se despojó de la ropa que llevaba puesta y con mucha lentitud se acercó a ella. -tendré cuidado, no te lastimare, lo prometo. – le dijo él y comenzó a besarla, con pequeños besos en la frente, en las mejillas, en los ojos, para finalmente llegar y tomar posesión de la boca femenina, con hambre como si le fuera la vida en ello, al principio Sonia es
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