Brett seguía a asistiendo a su tío junto con Sonia, ya sabían todo lo relacionado con la política y Brett en la campaña para la reelección de su tío George, quedo sin desearlo como congresista, pero él necesitaba estar casado para poder dar solvencia y credibilidad a su cargo.
-bueno Brett y que esperas para pedirle a Sonia que se case contigo? – le pregunto su tío
-tengo miedo. – contesto Brett a su tío
-mira sobrino, el pequeño Daniel ya tiene tres años y te reconoce como su padre, porque tienes miedo? – le pregunta su tío
-tengo miedo a que me rechace, si se siente presionada, pero tienes razón, le voy a pedir que se case conmigo, solo espero no perder todo lo ganado hasta ahora.<
A la mañana siguiente, tras llegar Brett a la mansión de su tío y desayunar en familia el tío George dio la primera sorpresa.-Brett creo que deberías mudarte aquí, ya que es donde pasas más tiempo-Pero tío, no crees que sería algo engorroso, como dices ya paso aquí mucho tiempo y quiero darle su espacio a Sonia.-Horton puede preparar la casa de invitador al otro lado de la alberca para ti y en tres semanas tras la boda, se instalaran ambos en una de las habitaciones más grandes de la casa, o es que me vas a decir que te llevaras a Sonia y a Daniel de aquí, la casa es muy grande para mí solo-no tío, claro que no podría llevármelos de aquí, solo no quisiera imponerte más cargas tío.-muchacho bribón, si cont
Como era de esperar, se tuvieron que hacer algunos cambios en los planes, y se le aviso al reverendo D´Costa de que los invitados podrían ser más de doscientas personas, por lo que este acordó hacer poner más mesas y sillas tanto para la ceremonia como para la recepción. También se contrató a un conjunto para que amenizara la boda. Se contrató un servicio de banquetes, quienes se pusieron a las órdenes de Horton, que ya había diseñado el banquete, según los gustos de los novios y del Senador. Y dado que ya no podrían hacerlo en la casa, Horton decidió hacerles un festejo privado la noche antes de la boda, la cual sería una sorpresa.
Diez minutos después traía cuatro vestidos muy vellos para que Sonia comenzara a ver si le gustaban, el primero que Sonia se probo era un vestido línea A con un escote redondo drapeado en horizontal de seda y organza en color marfil, con pequeñas aplicaciones de flores con cristales como si fueran roció, y en la espalda un drapeado igual al del escote solo que el escote de la espalda era muy bajo, a media espalda. Con una pequeña cauda adornada de flores y cristales. Cuando Sonia salió a mostrárselo a Brett y al Tío George, estos la vieron y se quedaron asombrados de lo bella que se veía-te vez hermosa hija, te gusta ese vestido? – pregunto el senador-si tío pero no sé, hay algo, creo que las flores, no me agradan mucho. Además el escote en la espalda en muy bajo y no sé, no me convence. –dijo Sonia.<
Dos horas después de haber llegado “Clainfields”, Sonia salió sin un vestido en sí pero con la promesa de la diseñadora Vera Wang de hacerle su vestido, lo que si compraron fue la pequeña tiara que le gusto para llevar en su boda. Como ya era poco más de medio día, fueron a una tienda de ropa para infantes y compraron un bonito conjunto en color marfil para Daniel, así como zapatos. -querida, aun no tenemos los zapatos para tu vestido y aquí están los mejores diseñadores de calzado, deseas ver algunos? – pregunto el tío-pues sí, ya que estamos aquí. Siguieron caminando por la quinta avenida, cuando se toparon con la joyer&iac
Se casaron un soleado día de junio, en el parque todo estaba muy bello, y los invitados eran conducidos al área donde se celebraría la boda. Un conjunto amenizaba la ocasión mientras esperaban el comienzo de la ceremonia, para la cual esperaban la llegada de Monseñor Mc Nair, quien llego solo unos minutos antes de las dos de la tarde, listo para oficial la ceremonia de la boda. La entrada de la novia fue un momento muy especial, dado que con su inusual belleza y un vestido clásico que la realzaba aún más, ella se veía como una novia de otro tiempo, y como prometiera en el escote de su vest
Cuando el salió del cuarto de baño, se dio cuenta de que solo estaba encendida la lamparita de su mesita de noche, por lo que se quitó la bata y se metió a la cama, y la escucho suspirar -Sonia, no estas obligada a nada, te amo y quiero ir a ti solo cuando tú lo desees. -lo deseo ahora, Brett. – fue su respuesta. Él se acercó lentamente al cuerpo de su esposa y se sorprendió, cuando la sintió desnuda bajo las sabanas, por lo que rápidamente se despojó de la ropa que llevaba puesta y con mucha lentitud se acercó a ella. -tendré cuidado, no te lastimare, lo prometo. – le dijo él y comenzó a besarla, con pequeños besos en la frente, en las mejillas, en los ojos, para finalmente llegar y tomar posesión de la boca femenina, con hambre como si le fuera la vida en ello, al principio Sonia es
Tras su regreso, se incorporaron a sus respectivos trabajos, y aunque los tres trabajaban en la misma oficina, los tres trataban asuntos diferentes, por lo que cuando seis semanas después, en un debate, Sonia se desmayó, Brett tuvo que salir de ahí, pues para él su amada esposa era primero.-¿Qué tiene doctor, que fue lo que le paso? – pregunto Brett muy nervioso-nada que no se le quite en siete meses y medio – dijo el doctor sonriendo-¿Qué? – dijo Brett asombrado, pues no entendía nada.-pues que tu mujer espera otro hijo, bueno para que lo entiendas mejor, vas a ser padre otra vez. – dijo el médico divertido, ante la cara de asombro de Brett-Dios mío, era de esperarse- dijo Bre
Estaba en su apogeo la fiesta, cuando Sonia comenzó a sentirse mal, y aunque no quería alarmar a Brett ni al Tío, pues creía que solo era cansancio, no dijo nada, pero al final tuvo que decirle al Tío, quien se lo dijo a Brett, quien de inmediato se apresuró a llevarla al hospital, sin importarle como estaban vestidos, pues ya venía él bebe, este se había adelantado tres semanas. Mientras Sonia daba a luz, Brett se paseaba por el pasillo ante las miradas divertidas del personal del hospital, pues les causaba risa, el ver a un hombre de su estatura, pasearse con una pequeña faldita floreada y un collar de flores; ni siquiera se había dado cuenta, hasta que el doctor sali&oac