—No hay problema si no quieres, la firma debe ser voluntaria —trato de hablar lo más tranquilo, oprimiendo el nervio que siento al ver que ella sabe mi secreto y que después lo pueda divulgar.Este es el riesgo que debía tomar, ni modo, con intentarlo no perdía nada, ahora lo que debo asegurarme es que ella no diga ni una sola palabra, no.—¿Quién hizo todo esto? —sacude el contrato.—Mi abogado —me vuelvo a sentar y dejo que pase lo que tenga que pasar.No le diré quien es mi abogado, a su tiempo se enterará de que Edgar es el que se encarga de todo lo que tenga que ver con mi vida personal y profesional. Es mi amigo, pero también mi abogado, no me arrepiento enseñarle todo con él, abrirme y enseñarle mi vida completa, dado que ambos tenemos muchas cosas en comunes.—Es necesario firmar —frota su sien.Asiento,
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