El camino para soñar La noche llegó a su fin, y el doctor Thomson, después de una velada maravillosa, se ofreció a llevarla a casa. Muchas gracias por traerme – agradeció ella, dispuesta a salir del auto, pero antes de haberlo logrado, Michael la detuvo, agarrándola del brazo, para luego besarla dulcemente en los labios, dejando a la joven totalmente sorprendida por ello. El beso no duró demasiado, pues este se apartó tan pronto como notó que ella no le devolvía el beso, tan sólo permaneció allí, con los labios apretados, hasta que el doctor se hubo separado de ella. Lo siento – se disculp&oacut
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