Pov Aiden. dolía, mirarla así dolía como nunca imagine, era un dolor que no tenía palabras, que no tenía comparación. Escuchaba sus llantos ahogados, observaba su mirada de desesperación y súplica y yo no podía hacer nada, ¡nada maldita sea! Eso me quemaba por dentro como fuego, no pude resistir más y solté una lágrima gracias ala impotencia y al dolor que sentía. —¡hago lo que quieras Edward pero sueltala! —grite con todas mis fuerzas. Veía como sus asquerosas tocaban su cuerpo, ¡ese cuerpo que me pertenece! Veía como olía su sedoso cabello y yo solo podía luchar contra las malditas cadenas viendo como ultrajaban lo m&aac
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