Después de entregar las llaves de mi auto al valet parking para que lo estacione, me arreglo un poco la corbata, no sé si son nervios o calor la realidad es que siento que me asfixia, suelto un poco el nudo sin que pierda elegancia, inhalo hondo y camino al interior del restaurante.Confirmo mi reservación y me dirigen hasta la mesa. Este lugar es muy elegante tiene toques coloniales que lo hacen ver sofisticado, ideal para hablar de negocios mientras disfrutas de una espectacular comida, así que me pareció perfecto para tener mi reunión con Sergio, quien afortunadamente llegó unos minutos después.-¡Kikee!, hermano buenas tardes, espero no hayas esperado demasiado, perdona el retraso, el tráfico a esta hora es caótico- toma asiento, para posteriormente pedirle a nuestro mesero una botella de espumante.-No te preocupes Maldonado, tengo poco tiempo de haber llegado, &iq
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