Arelis sintió sus párpados pesados, algo pesado rodeaba su cintura y un aire cálido chocaba contra sus labios. Abrió los ojos lentamente, se sobresaltó al notar la situación en la que se encontraba. Lo primero que vio fue la boca del príncipe, su rostro estaba a menos de un centímetro de distancia y tenía su brazo sobre su cuerpo, Arelis se dio cuenta que sus manos estaban sobre el pecho desnudo del heredero, se apresuró a levantarse cuidadosamente, no quería pasar por la vergonzosa situación de despertar al príncipe, sobre todo porque sabía que él disfrutaría viéndola tan avergonzada, sin embargo el brazo del príncipe alrededor de su cintura era firme, cuando intento moverlo el príncipe la pegó más hacia el. El corazón de Arelis parecía que iba a salirse de su pecho, aquello era mucho m&aacut
Leer más