CAPÍTULO 23 No llevábamos más de diez minutos en la carretera cuando Ali habló, asustándome con ello.Hay un coche siguiéndonos desde hace un rato – aclaró, haciendo que mirase hacia atrás, percatándome de que tenía razón, hacía ya largo tiempo que había visto a ese coche y de nuevo volvía a estar ahí – no te preocupes, no te harán nada.¿y a ti? – pregunté, mientras él negaba con la cabeza, intentando calmarme.En 15 minutos llegaremos Él puso la radio, intentando que mi miedo se marchase, que me calmase, y luego me agarró de la mano, intentando transmitirme paz, y por largo rato ninguno de los dos hablamos, hasta que yo ya no pude soportarlo más.Pa
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