¡Crac! Con un ligero sonido metálico, el encendedor se iluminó. Alfred estaba a punto de arrojar el encendedor a la maleta, pero Charlotte lo detuvo. "¡Espera!". Alfred dijo: "Señorita Charlotte, ¿todavía tiene algo que recordar…?". Los ojos de Charlotte estaban decididos y llenos de ironía mientras decía: "¡Lo haré yo misma!". Luego, tomó el encendedor y lo arrojó a la maleta. Una maleta llena de artículos, incluyendo fotos de Bryson, ropa, relojes, los zapatos y el par de rodilleras que Charlotte le había comprado a la medida, estaban empapados de gasolina. Cuando fueron expuestos a la llama, instantáneamente comenzaron a arder ferozmente. Todo lo que Bryson le había dado a Charlotte también estaba dentro. Cada uno de esos objetos contenía un recuerdo precioso, pero después del incendio, todo se convirtió en cenizas. Esto también simbolizaba que sus sentimientos por Bryson se habían convertido completamente en cenizas. Mientras Charlotte miraba las llamas, se dece
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