DANIEL—Debes de estar bromeando, ¿no es así Daniel?— no importa que sustente mis gastos, no importa que edad tenga, siempre le tendré respeto a mi madre, por eso, me mantengo con la miarada en mi plato sin decir nada. —¿Qué es lo que dices, hermano?— la apoya Natasha asustada, —Tú no puedes ser su mate, jamás, tú tienes, bueno, tenías a Emma.—Al menos de que...—Al menos de que esté mientiendo, claro está —termino la frase por mi mamá. Todos me miran sorprendidos, pero en especial mi madre me mira diferente, como si estuviera a punto de hacer lo peor de toda mi vida.—Tu llegada no solo ha traído más presión familiar, sino que también miles de sopresas, ¿qué más tienes para nosotros, hermano?— Ben sigue comiendo, no le importa lo que esté pasando, ni le importa que mi madre esté apunto de matarme.—Daniel no... ¿qué diablos te ocurre? Por favor, dinos que estás bromeando, porque estoy segura de que eso es. Una m*****a broma.—
Leer más