Mi furia podría bajar, sí, pero no cuando la veo preocuparse por este hijo de puta de Ángelo Clindy. Tal vez comprenda su lealtad familiar, pero este tipo no merece mi comprensión.Trabajo día y noche, cada maldito segundo de mi vida, solo para verlo hundirse. Y cuando ella salió con él, mezclando a los Don en su plan, fue una idea brillante. Es una manera de eliminar de un solo golpe muchos problemas. Es una mujer que no se deja llevar, es difícil, ha planeado todo por sí sola. Es una mente maestra, después de todo. La admiro. Pero, a mí me sucedió lo contrario: me enamoré de esa mujer.Desde el primer día que la vi entrenando en la vieja casa, mi mente quedó cautivada. Caminaba por la playa y su fuerza me impresionó; eso no lo tienen todas las mujeres.Salí a la sala y vi a Alejandro con su chica, no se despegan. Muy enamorados, los comprendo.—¡Oye, qué te pasa! ¿Estás de mal humor? ¿Ya se pelearon tan temprano?—¡No, no es una pelea!—¿Entonces, qué fue eso?Lo miré a los ojos, hac
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