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Todos los capítulos de Quédate conmigo: Capítulo 11 - Capítulo 20
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Capítulo diez: Momentos
21 de junio de 2017Los Ángeles California, Mansión de los HéllerLeah se sentó frente a su hermano, a su lado izquierdo casualmente estaba Kyle y a su derecha se había sentado Gavin.Todos conversaban animadamente mientras ella sentía una fuerte presión por la presencia del policía a su lado. ¿Por qué se había sentado a su lado? No es que le molestara, al contrario, pero se encontraba sopesando aún la idea de que aquel hombre a su lado era el chico al que había seguido como un perrito faldero cuando era niña.Gavin charlaba de manera animada con Adam y su novia, sabía que se llevaría bien con el más accesible de los cuatro abogados, Santiago había llegado minutos antes con una cara infernal, parecía que no la había pasado nada bien en su día. Leah decidió no preguntar o comentar al res
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Capítulo once: Vamos a casa
21 de junio de 2017Los Ángeles California — Federal Bureau of Investigation Leah se removió incomoda mientras Daniel la miraba fijamente. Había llegado allí luego de salir del centro comercial, su hermano había estado viendo las noticias cuando la vio aparecer en pantalla y había llamado al guardia de seguridad para pedir, de manera poco amable, que la llevara directo a la oficina del FBI para tener una charla, mejor conocida como gritarle lo irresponsable que era por mostrar su rostro en la prensa luego del escándalo que se había armado Twitter hacía pocos días.— Así que… ¿es esa una Dionaea muscipula? — preguntó con una sonrisa mientras los ojos verdes de su hermano tiraban chispas. — Son plantas increíbles, pero dudo que sean para tenerlas en una oficina.El mal carácter de Daniel
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Capítulo doce: Sensaciones
No recorrieron un largo camino hasta el aparcamiento donde la motocicleta de Kyle yacía estacionada.— ¿Tu realmente crees que esto es una buena idea? —pregunto ella cuando vio la motocicleta frente a sus ojos.No era a lo que estaba acostumbrada, sin dudas. Donde las motocicletas de los miembros del MC eran más… ¿sencillas? La moto de Kyle era todo lo contrario. La gran estructura negra parecía mezclar su figura y hacer una cosa completamente diferente, Leah no estaba segura de que era lo que más le causaba terror en aquel vehículo de dos ruedas. Quizá lo grande que era, o tal vez la forma en la que el asiento donde ella iría sentada se elevaba por unos centímetros más arriba de donde estaba ubicado el asiento de Kyle. Aunque todo era en si una sola estructura.— Sip. —respondió el con una sonrisa mientras aceleraba sin avanzar.— &iqu
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Capítulo trece: Huir
Los ojos de Leah observaron con fijeza las vidrieras, su mano se encontraba llena de bolsas mientras que las manos de su acompañante estaban del mismo modo. Aun así, no podía dejar de comprar, sus hermanos ya le habían dicho que no era normal que una persona gastase tanto dinero todos los días que iba de compras, aun así no podía evitarlo. El instinto era más fuerte. O eso quería pensar para evitar afrontar el hecho de sus compras compulsivas debían tratarse con un psicólogo y no realizando más compras. Ingresó a la tienda que llevaba minutos observando, en cuestión de segundos las bolsas desaparecieron de sus manos mientras la atendían mejor que a la mismísima reina de Inglaterra, lo cual ya estaba acostumbrada. Leer más
Capítulo catorce: Feliz cumpleaños
Tres horas después del incidente, Mansión Héller — Los Ángeles, California —...no será fácil, pero tampoco digo que llegue a ser imposible. — dijo el hombre trajeado mientras se removía incómodo en los asientos.  Leah le dio una mirada de reojo, pero lo ignoró, sus hermanos por otro lado taladraron al hombre con la mirada mientras ambos mantenían el ceño fruncido, sabiendo que nada bueno saldría de aquella conversación.  — ¿Solo eso? ¿En qué tipo de escuela se recibió para hablar de ese modo? — preguntó Daniel tomando un trago de vodka del vaso que había sobre la mesa, Leah lo miró sin parpadear, completamente segura de que nunca lo había visto actuar de ese modo.  Tampoco lo vio vestir de aquella manera, una camiseta manga corta de color blan
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Capítulo quince: Bienvenida a HMBE
Mansión Héller — Los Ángeles, CaliforniaLeah abrió los ojos cuando sintió como el colchón cedía ante el peso en su cama, refregó sus ojos y miró como sus hermanos mostraban sonrisas mientras en sus manos cargaban un pequeño pastel con una vela con el numero dieciocho.  —…feliz cumpleaños a ti. — terminaron de cantar mientras Leah acomodaba algunos cabellos que entorpecían su visión. Con una sonrisa sopló la vela encendida y miró fijamente a sus hermanos, ambos tenían unas sonrisas un tanto tenebrosas, que por algún motivo auguraban cosas nada buenas para ella. Mientras tanto, Carter se mantenía escondido detrás de Ryan con una mano refregando su ojo, Leah recordó no haberlo visto mucho los días anteriores, así que era normal que su hermano pequeño se compo
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Capítulo dieciséis: Comienza la fiesta
Héller Multinational Business Empire — Sede en Los Ángeles, California Leah ni siquiera tuvo tiempo para repasar los temas a tratar ahora que se había convertido en CEO de la empresa de su padre. Sabía que los demás miembros de la junta habían esperado con ansias el momento en que ella asuma su cargo para poder librarse de ella cuanto antes, lo que no sabían es que ella pensaba aferrarse con uñas y dientes a la única salida a la libertad que tenía.Una libertad un tanto distorsionada de la que tenía pensado, pero libertad a fin de cuentas.Sintió como todos se quedaban en silencio cuando ella ingresó a la sala de reuniones. Tomó asiento en la punta de la larga mesa de vidrio negro y cruzó las manos debajo de su barbilla mientras fijaba sus azules ojos en los siete miembros allí reuniones, sin contar a los secretarios de dos de ellos; quienes, ella sospechaba, eran los siguientes con más acciones en la empresa después de Leah.    
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Capítulo diecisiete: Trunkenheit
25 de junio, 02:33 a.m. — Los Ángeles, CaliforniaLas luces estroboscópicas brillaban por encima de sus cabezas mientras bailaban al sonido de la música, algún chico famoso que Leah seguramente no recordaba su nombre por la cantidad de alcohol que había ingerido, cantaba sobre el escenario alocando a todas las personas que se encontraba allí. ¿Antón? ¿Andrew? ¿Allen? Era con A, se repetía en su mente mientras sus brazos parecían no pertenecer a su cuerpo y se movían al compás de la ronca voz del cantante.Vio los rostros distorsionados de sus amigos mientras se movían junto a ella, todos parecían igual de ebrios, Gavin a su lado bailaba sacudiendo la cabeza mientras su sudado cuerpo empapaba la camisa blanca, ya abierta hasta el ombligo, que comenzaba a transparentarse y mostrar dejes de su piel, esbozó una sonrisa ebria mientras tomaba
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Capítulo dieciocho: Besorgt
25 de junio, 11:35 a.m. — Los Ángeles, California La resaca estaba siendo una perra, Leah se quejó de dolor mientras esbozaba una mueca y se sentaba en su cama. El cubrecamas cayó sobre su regazo y soltó otro quejido por la luz que ingresaba por los grandes ventanales, que a diferencia de como los había dejado, estaban completamente abiertos, dejando que cada recoveco de su habitación se ilumine por completo.             — Veo que estas despierta. — Leah se quedó de piedra y giró su rostro como la niña del exorcista mientras veía a Daniel sentado en el sofá a un lado de la cama. a diferencia de como acostumbraba a verlo, se encontraba vestido con la misma ropa de la noche anterior y tenía ojeras enormes por el desvelo.             — Hola. — saludó ella de manera amable y un tanto culpable mientras lo miraba. Su hermano no le devolvió
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Capítulo diecinueve: Deseo
CAPíTULO CON CONTENIDO +18. Si son sensibles a este tipo de escenas por favor abstenerse de leer.  Los Ángeles, California — 02:18 a.m. Leah sabía que en la única persona que podía confiar para ese tipo de situaciones era él. Sus hermanos no podían saber nada sobre las imágenes que había recibido, entrarían en modo sobreprotectores y aquella persona, quien le envió las fotos, se daría cuenta inmediatamente que había abierto la boca.Eran pasadas las doce de la noche cuando Leah salió de su habitación con la computadora portátil bajo el brazo y un pijama que consistía en una camiseta enorme de Daniel y unos pantalones de básquet de Ryan. Sus pisadas no resonaron en el piso por las pantuflas de osito que tenía y se mantenía en mortal silencio mientras atravesaba los pasillos
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