Al fin es viernes, la semana para mí ha sido lenta y dolorosa aunque Antoni no me ha demostrado su habitual mal humor, y esto se debe a qué la castaña se la pasa todo el día metida en su oficina. De la mañana hasta la tarde, que termina la jornada laboral y mí jefe ya precindio de mí. Solo me llama para que les lleve el café por la mañana o aveces el almuerzo al mediodía, cuando están atarados de trabajo. Una vez que entre ala oficina a llevarles el almuerzo, veo a la castaña sentada en mí silla favorita frente a mí jefe muy cómodamente -aaaaa quise gritarle que ese era mí lugar, que yo era la que pasaba todo el día con el hasta la noche aveces cuando quedábamos hasta tarde, terminando contratos y el me recompensaba con la cena. Ahora yo quedaba sola, haciendo horas extras en la oficina terminado informes. Mientras ellos salían a cenar ¿Cómo lo se? bueno por que yo misma reservaba los restaurantes de lujo, que solo era para personas exclusivas, con tiempo previo de anticipación, per
Leer más