Luego de el encuentro con mi hijo y de entablar una buena relación, que sé estará basada en la confianza, el amor y la dedicación, me encuentro esperando a ver a Jazmín.Soy un cobarde, así que he esperado a la cena de celebración de Pía por su divorcio, ella está invitada y estaremos rodeados de nuestra familia. Al menos espero que no salga corriendo, lo peor que podría pasar es eso.Escucho que llega mi sobrina, la que ya no vive aquí dadas las experiencias amargas que ha vivido el último tiempo aquí, por eso he tenido la casa sola desde ayer por la noche, pensando en todos los posibles escenarios y buscando las palabras para decirle.-Padre… no te preguntaré cómo estás, porque es evidente.Tocan el timbre y Helen va a abrir la puerta, me pongo de pie y me quedo rígido con la vista a la puerta por donde debe entrar ella, al escuchar su voz, la misma de toda su vida, pero más madura… no tiene sentido, pero nada lo tiene en verdad.-Tranquilo, tío – dice Pía -. Lo peo
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